José María Álvarez-Pallete afirmó este jueves, durante la presentación de resultados anuales de Telefónica, que no sabe nada nuevo del interés del Gobierno por comprar el 10% de Telefónica, un anuncio realizado el pasado 19 de diciembre. “No tengo noticias nuevas”, señaló. Lo cierto es que desde que enviara el hecho relevante más surrealista de la historia, a la CNMV, el Gobierno no ha movido ficha, algo inaudito en Europa, de tal manera que más de dos meses después, en Telefónica desconocen el cuándo, el cuánto y el cómo comprará la SEPI las acciones de la compañía.

En este contexto, los saudíes de STC han decidido esperar acontecimientos, o eso parece, porque Pallete tampoco tiene más noticias al respecto. “No nos consta que hayan presentado solicitud de aprobación”, afirmó. Y es que, al parecer, STC no tiene que pedir permiso alguno al Gobierno mientras no sobrepase el 5% del capital y/o no solicite un puesto en el Consejo. Recuerden que actualmente posee el 4,9% en acciones y otro 5% en derivados con un plazo de ejecución de tres años, mientras el decreto anti-opas del Gobierno se prorrogó sólo un año más. Es decir, que los saudíes podrían estar esperando a que decayera el decreto para ejecutar ese 5% adicional y solicitar un puesto en el Consejo.

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Ahora bien, en cualquier otro país de Europa, por ejemplo en Francia, no haría falta ningún decreto extraordinario para impedir la entrada extranjera en una compañía estratégica. Pero ‘Spain is different’ y el Gobierno Sánchez también.

Por cierto, Pallete dejó abierta la posibilidad de más cambios en el Consejo de Administración, pendiente actualmente de la renovación o no de tres de sus miembros, cuyo mandato expira en la Junta de Accionistas de este año. “Dependerá de los porcentajes”, señaló, en referencia a los posibles movimientos de STC y la SEPI.

Otro asunto, la fusión Orange-MásMóvil y cómo afecta a Telefónica. Pallete volvió a incidir en la necesidad de desregular a la compañía, que dejará de ser el operador incumbente. “Queremos que se nos deje competir”, reclamó. “Telefónica España podría ganar mucha competitividad, tiene los mejores activos, la mejor red y la mejor marca. Los motivos por los que se estableció este marco regulatorio han expirado”, explicó.

Resultados de 2023

Antes de entrar a analizar los resultados, vemos que el mercado los ha acogido con satisfacción: la cotización de Telefónica ha subido un 1,6%, frente al +0,3% del Ibex. Dicho esto, debemos comentar que es muy preocupante que el grupo haya pasado de un resultado positivo de 2.319 millones de euros a cierre de 2022 a un resultado negativo de -892 millones de euros a cierre de 2023. Según la compañía, se trata de un apunte contable por la caída de la valoración de los activos de Virgin Media O2, la joint venture que mantiene en Reino Unido con Liberty. El mercado, al parecer, así lo ha entendido.

La facturación del grupo, importe neto de la cifra de negocios reportado, ha aumentado en 2023 respecto a 2022, continuando así la senda ascendente apreciada en la comparativa anual del tercer trimestre. La cifra obtenida por Telefónica a cierre de 2023 fue de 40.652 millones de euros, un 1,6% más que la cifra de 2022, de 39.993 millones. El grupo ha aumentado sus ingresos en todas sus áreas geográficas excepto, nuevamente, en el área de Hispanoamérica. El mayor incremento de la cifra de ingresos se observa en el área de Brasil, donde la cifra de ventas se ha incrementado en un 8,8% hasta los 9.650 millones de euros.

Como ya hemos comentado en anteriores ocasiones, Telefónica refleja su capacidad de generar recursos en forma de OIBDA, cifra muy similar al famoso EBITDA, pero más útil aún si cabe ya que la misma excluye la cifra de ingresos no operativos y, por ende, el indicador únicamente refleja los ingresos de explotación antes de depreciaciones y amortizaciones. El OIBDA del grupo en 2023 se ha incrementado en un 1,4% hasta los 13.121 millones de euros. Este incremento se debe a un aumento de ingresos y mantenimiento de gastos nada reseñable.

La liquidez, efectivo y equivalentes al efectivo, a cierre de 2023 se ha mantenido muy estable en relación con el año anterior. Tan solo se ha reflejado un efectivo inferior en 94 millones de euros entre un periodo y el otro. Sin embargo, si entramos en detalle en el estado de flujos de efectivo, observamos que no es oro, por llamarlo de alguna manera, todo lo que reluce. De primeras, el grupo ha tenido menor liquidez a cierre de 2023 respecto a cierre de 2022, aun cuando en este último periodo se amortizó en concepto de deuda, flujo de efectivo neto procedente de actividades de financiación, aproximadamente 800 millones de euros más.

Asimismo, en 2022 el grupo llevó a cabo un proceso de inversión en empresas más importante que en 2023. Así lo refleja el flujo de efectivo neto procedente de actividades de inversión, con un descenso del desembolso en concepto de inversiones en dicha comparativa de un 19,5%. Finalmente, nos surge una duda, si sabemos que el OIBDA de 2022 y 2023 ha sido muy similar, ¿cómo es posible que, tras mayores desembolsos de efectivo realizados en 2022, al final de este periodo la liquidez fue superior? La respuesta es sencilla, por los buenos resultados obtenidos en 2021 y la política de austeridad que emprendió el grupo tras la pandemia. El conglomerado empresarial partía al inicio de 2022 de 8.580 millones de euros.