Decíamos que Talgo es otra chapuza sanchista donde el Gobierno sigue sin plantearse entrar, algo que en este caso es necesario (no como los ‘asaltos’ que ha hecho en Telefónica e Indra) y le saldría mucho más barato: la capitalización bursátil del fabricante ferroviario se sitúa en unos 456 millones de euros. Mientras, el fondo público polaco PFR (que está presidido por Piotr Matczuky que es propietario del fabricante ferroviario polaco Pesa) quiere todo o nada... y descarta entrar como minoritario, pero no se rinde.

El pasado viernes 14, día de San Valentín, el fondo de inversión estadounidense Trilantic aceptó la oferta de Sidenor y sus socios vascos, la única que había recibido y que había aumentado de precio en dos ocasiones... y pactó un principio de acuerdo. Se prevé que la operación se cierre en unas tres semanas. El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, que hace un par de meses visitó la siderúrgica vasca que preside José Antonio Jainaga, celebró en la red social X la noticia con demasiado triunfalismo... y sin decir toda la verdad.

Es cierto que Talgo es una “empresa estratégica” por su tecnología de ancho variable e “histórica” pues se creó en 1942, y también muy relevante en alta velocidad. Sin embargo, con el citado principio de acuerdo no se cierran dos años de incertidumbre, sino sólo una primera fase. No hay que olvidar que Sidenor es una empresa siderúrgica y no conoce el sector ferroviario, mientras Talgo necesita elevar su capacidad industrial cuanto antes para poder cumplir con los pedidos. Por ello, hasta el ministro Puente refirió que se podrían abrir las puertas a polacos e indios (en referencia a Pesa y JupiterWagons, respectivamente) como socios minoritarios. Los primeros no se han quedado callados como los segundos, y han referido que descartan entrar como minoritarios y estar a las órdenes de Sidenor y sus socios vascos. Además, PFR ha subrayado que ve a Talgo como un “socio de valor” y con el que Pesa tiene oportunidades de colaboración.

Desde el Gobierno vasco, la consejera de Gobernanza, Administración Digital y Autogobierno, María Ubarretxena, ha considerado que es una “muy buena noticia” la compra del 29,8% de Talgo por parte del consorcio vasco liderado por Sidenor. No ha entrado en si es mérito del PSOE o del PNV, sino que ha subrayado que es una muy buena noticia el hecho de “que Talgo se queda en Euskadi y que la sede social se queda en Euskadi”. 

Los analistas del Banco Sabadell ha referido que con el principio de acuerdo entre Trilantic y Sidenor se solucionaría una de las incertidumbres que pesaban sobre Talgo (es decir, la inestabilidad accionarial por la voluntad de venta de un accionista de control) pero aún existen más incertidumbres que pueden pesar sobre la acción como la multa de Renfe (casi 117 millones de euros) o la capacidad industrial para cumplir la cartera de pedidos. Al hilo de dicha multa por entregar los nuevos trenes Avril con retraso, el sindicato Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha anunciado movilizaciones y paros en Talgo, al estimar que está suponiendo una merma de 10 millones en variables salariales, y ha subrayado que el citado retraso “no debe acarrear consecuencias sobre las nóminas de la plantilla”.