El común denominador de los cambios que esperan en Realia, la inmobiliaria controlada por Carlos Slim, y en el grupo DIA, la cadena controlada por Mikhail Fridman, apunta al mismo destino, aunque con distintas armas. Las dos caerán en sus manos al mejor precio. Ese es el cálculo que manejan, al margen de los sobresaltos que puedan surgir en el entretanto.

El magnate mexicano ya tiene en sus manos los resultados de la ampliación de capital de 149 millones -el periodo de suscripción preferente terminó este viernes, 14 de diciembre-, aunque la operación, cuyos datos no se desvelarán hasta el día 21, terminará el próximo 27; es decir, tres días antes del cierre del ejercicio, de acuerdo con el folleto enviado a la CNMV (en el documento adjunto).

Slim se ha dado prisa y ha provechado el puente de diciembre, pillando a los accionistas desprevenidos o sin liquidez

Todo calculado en un proceso en el que calca las dos ampliaciones anteriores, a las que siguió una OPA, un combinado, en fin, con el que se ha hecho con el control del 71%, a través de Inmobiliaria Carso (33,8%) y FCC (36,3%). Todo apunta a que a la tercera ampliación seguirá una tercera OPA.

Sorprendentemente, el principal accionista, FCC, no ha comunicado oficialmente que acudirá a la ampliación, aunque Hispanidad ha sabido que lo hará. No es un gesto educado, como quien dice, sino todo lo contrario: de desconsideración con los accionistas minoritarios.

La ampliación de 600 millones en DIA es la ‘jugada de manual’ para hacerse con el grupo por 2.000 millones

En línea, dicho sea también, con las prisas con las que se ha planteado la operación, aprobada en tiempo record por la CNMV y en pleno puente de diciembre, el mejor momento para pillar a los accionistas desprevenidos, sin liquidez. Están también, entre ese puñado de gente, los que ha recibido la carta de suscripción a destiempo; es decir muy tarde. No tiene otra explicación, puestos a pensar, que el aumento de la participación de Slim en Realia: cubrirá la parte de los accionistas que no acudan.

Ahora bien, ha tropezado en esos planes con el fondo británico Polygon, con una presencia de más del 10% en el capital, y que también juega sus cartas en ese entramado. Es un duelo en toda regla, con posiciones encontradas por la valoración de activos Realia, aunque el detonante del choque, esta vez, ha sido la propia ampliación de capital, innecesaria para el fondo y lo contrario para la inmobiliaria.

FCC, principal accionista de Realia, ha callado hasta el final, un desdén toda regla contra los minoritarios

Lo más destacado de ese enfrentamiento, con todo, está en el recurso al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) para que investigue las cuentas de Realia. Ocurrirá a partir del martes, salvo que respondan antes de ese día el Comité Auditoría y Control de Realia y la auditora de las cuentas, EY. Polygon les ha pedido a las dos partes lo mismo: una “explicación  razonada” de la valoración de activos de la inmobiliaria. De lo contrario, pasará a la acción con el ICAC. También ha pedido cita a la CNMV por la misma cuestión.

Queda tiempo para el desenlace, aunque todo apunta a que el guión en Realia es el mismo que sigue Slim para hacerse con el control máximo de FCC, con un paso en ciernes: acelerar la salida de Esther Koplowitz (19,9%), con el arreglo de su deuda (944 millones).

El valor de mercado de la cadena de alimentación superaba hace un año los 3.700 millones

Pasamos a los planes del magnate ruso en el Grupo DIA, también con una ampliación de capital, al que seguirá después una OPA barata. La ampliación de 600 millones es, de momento, sólo un anuncio, precipitado por las circunstancias, pero Fridman tiene prisa y también  maneja unos cálculos.

Aspira a cerrar la operación en marzo, teniendo en cuenta que debe convocar antes una junta extraordinaria para tener los fondos necesarios, al tiempo que renegocia con los bancos acreedores, en paralelo, la deuda del grupo.

Asegura la ampliación de capital Morgan Stanley, pero será el fondo de Fridman, Letterone, el que suscriba la mayor parte no cubierta por los accionistas. Obviamente, eso implica superar el 30% del capital, lo que obliga teóricamente a una OPA forzosa.

La auditoría del ICAC, si Realia o la EY no contestan al fondo británico Polygon, marca el pulso en la inmobiliaria

Ahora bien, cuenta con el eximente que le dará la CNMV para lanzar una OPA forzosa en esos casos, acogiéndose a la dispensa de tener que hacerlo cuando viabilidad de una empresa cotizada “está en peligro grave e inminente” por su situación financiera, como es el caso de DIA.

Será el modo de burlar una obligación, que de llevarse a cabo, implicaría un coste mucho más elevado. Tendría que ofrecer, de hecho, un precio más elevado al que ha pagado en las compras de acciones realizadas el último año; es decir, entre los 4 euros de enero y los 2 euros de septiembre.

Fridman 'cuenta' con el eximente de una OPA forzosa, por las dificultades de DIA... y para comprarla por menos de 1 euro por título

Librado de la obligación de una OPA forzada, cambia también el cálculo de valoración de las acciones, que se reduce a un periodo de seis meses, lo que sitúa el precio de los títulos en torno a 1 euro, pero podría quedar en 0,5 euros, si DIA sigue a la baja en bolsa, como prevén los analistas.

Es, en fin, una jugada de manual, como ya hemos explicado, para hacerse con el grupo de alimentación por unos 2.000 millones de euros (entre la ampliación, la compra de derechos y el precio pagado en la OPA posterior), a menos de 1 euro.

Ojo, esas mismas acciones cotizaban en hace en julio del año pasado a 6 euros y la cadena en su conjunto tenía un valor de mercado de algo más de 3.700 millones.

Lo dicho: la empresa española, como en los caso Realia y DIA, se malvende o se vende a precios de saldo.