Decíamos ayer que el Sanchismo se estaba volviendo patético y cachondeable. Lo que no dijimos, por falta de espacio, es que la nueva entrega de fondos europeos a España (12.000) millones de euros, sigue siendo condicionada. Bruselas, que siempre habla en trazos gordos y que, además, no se puede volver atrás en lo ya acordado, continúa entregando fondos a España... que Pedro Sánchez dilapida en aumentar el gasto público, que no la inversión pública, y en asegurarse un voto cautivo de impecunes subvencionados y de malos empresarios amigos del Gobierno que pretenden socializar sus pérdidas.

Total, que la vicepresidenta Nadia Calviño, con su desvergüenza habitual, que consiste, no ya en mentir, sino en decir lo contrario de lo que es y de lo que piensa, justamente lo contrario, es preguntada por un periodista sobre las condiciones de Europa en materia de pensiones.

En Bruselas empieza a pensarse en un rescate a España, sobre todo a costa de las pensiones

Buena pregunta, porque Bruselas ha puesto dos condiciones para las ayudas a España (ojo, ayudas que pagaremos todos los países miembros a escote): reforma laboral y reforma de las pensiones. Ha puesto otras muchas condiciones pero estas dos son las relevantes.

La reforma laboral, responde Calviño sin despeinarse, ya se ha puesto en marcha con mucho éxito. No decía eso doña Nadia cuando doña Yolanda Díaz marcó las pautas. Sin embargo, ahora Calviño hasta enseña a la prensa un gráfico sobre el incremento de la contratación fija, que, por cierto, no consiste en otra cosa que un tramposo cambio de nomenclatura... para ocultar que somos el país con más paro de Europa y de toda la OCDE. Pero lo mejor es que... Calviño ¡no dice ni una palabra sobre la reforma de las pensiones que Bruselas le exige!

Mientras las elevadísimas cuotas sociales  españolas continúan provocando paro. Y ni así sirven para pagar las pensiones

Pues bien, el lunes, la Unión Europea volvía a insistir sobre la quiebra técnica del sistema pensiones español, algo tan evidente que hasta los eurócratas de Bruselas lo perciben y hablaba de que si no se corrige el actual estado de cosas, por ejemplo, la subida de pensiones según el IPC, España podría encontrarse ante un "significativo agujero".

La única solución es la que Sánchez rechaza para no tener que marcharse de la política: don Pedro no quiere ni oír hablar de retrasar la edad de jubilación. Pues el caso es que tendrá que hacerlo y de forma brusca.

La situación ha llegado a un punto que en Bruselas vuelve a pensarse en un rescate a España, sobre todo para poner orden en el sistema público de pensiones, en una sociedad tan envejecida como la española.

En el entretanto, las elevadísimas cuotas sociales españolas continúan provocando paro. Y ni así sirven para pagar las pensiones, que estamos abonando a costa de otros impuestos... incluso de deuda, lo que ya supone una auténtica locura.