
Pedro Sánchez ha vuelto a ser gafe, en lo que a cuestiones empresariales se refiere… Mal vamos. Y es que Broadcom ha anunciado que ya no levantará una fábrica de microchips en España, justo cuando se cumplen dos años de la reunión en Moncloa donde se anunció dicho proyecto y su inversión a bombo y platillo en plena campaña oficial para las elecciones generales del 23 de julio de 2023, ¿casualidad? Por supuesto que no, y muchísimo menos si se recuerda al poeta, dramaturgo, filósofo e historiador alemán Friedrich Schiller, quien defendía que las casualidades no existen.
Cabe recordar que no es la primera vez que se ve que Sánchez es un poco gafe. Por ejemplo, pasó en junio de 2024, cuando presumió del nuevo modelo que Ford había adjudicado a la fábrica de Almusafes (Valencia)… y se lanzó un nuevo ERE (el cuarto desde el año 2020). También se vio en enero de 2024, cuando tras la reunión con Michael O’Leary, Ryanair redujo previsiones y aludió a que podría llevarse inversiones fuera de España. Otro ejemplo se vio en el verano de 2022, cuando inauguró un tramo de alta velocidad en Extremadura que empezó pronto a registrar retrasos y averías; y en el verano de 2020, Airbus elevó los despidos, un día después del apoyo de Sánchez.
Volvamos a Broadcom. Las conversaciones entre el Gobierno y esta empresa tecnológica estadounidense que se dedica a diseñar, desarrollar, fabricar y proveer de una amplia gama de productos de software y semiconductores estaban rotas. Desde el verano de 2023, cuando se produjo el ‘gran anuncio’, el empeoramiento del contexto geopolítico, los diversos cambios de ministros de los ramos implicados y la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca y el impulso de los aranceles no han resultado de ayuda.
En julio de 2023, Sánchez celebró que el levantamiento de una fábrica de microchips de Broadcom va a permitir a España acelerar “su reindustrialización apoyada en la transición digital y ecológica” y que se enmarcaba en el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) Chip, dotado con fondos europeos. Por su parte, la entonces vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, señaló que era una “buenísima noticia” el anuncio de Broadcom, el cual ponía a nuestro país en el mapa de fabricación de semiconductores en Europa. El Comisionado Especial del PERTE Chip, Jaime Martorell, puso en valor la confianza que demostraba Broadcom en nuestras fortalezas estratégicas y celebraba que decidiera “reforzar el ecosistema de microchips en España”, con una inversión de unos 1.000 millones de dólares (unos 856 millones de euros al tipo de cambio actual). Sin embargo, nada de esto se hará realidad, tristemente.
Cabe recordar que Calviño dejó la cartera de Transformación Digital en José Luis Escrivá a finales de noviembre de 2023 y un mes más tarde la de Economía, Comercio y Empresa en Carlos Cuerpo para pasar a presidir el Banco Europeo de Inversiones (BEI). Escrivá estaría al frente del Ministerio de Transformación Digital y Función Pública hasta septiembre de 2024, y en dicho año, refirió que se negociaba con Broadcom la ubicación de la fábrica de microchips. Después cedió el testigo a Óscar López y pasó a ser gobernador del Banco de España, pero López no llegó a reunirse con la empresa estadounidense… y parece más interesado en cuestiones políticas.
Los últimos resultados de Broadcom no sirven de excusa: en el primer trimestre ingresó unos 13.125 millones de euros (+20%) y duplicó su beneficio neto, alcanzando los 4.350 millones
Broadcom parece que ha perdido la confianza para invertir en nuestro país, lo que supone otro fracaso para Pedro Sánchez y de su ‘hombre económico’, Manuel de la Rocha, director de la Oficina de Asuntos Económicos y G20. Eso sí, los resultados de la tecnológica estadounidense no son una excusa: en el primer trimestre tuvo unos ingresos de unos 13.125 millones de euros, un 20% superiores a los del mismo periodo del año pasado; y el beneficio neto se ha duplicado, alcanzando los 4.350 millones, pese a la fuerte competencia de Nvidia y de otras compañías.











