Encuentro de enjundia el de este lunes en La Moncloa entre Pedro Sánchez y el director ejecutivo de Google (Alphabet), Sudar Pichai. Se trata del presidente del gobierno más mentiroso desde la transición y del Ceo del mayor censor del planeta. Como decimos, un encuentro de enjundia.

Sánchez, fuerte con el débil y débil con el fuerte, se deshizo en elogios hacia el buscador, por su “gran apuesta” por nuestro país, según el comunicado remitido por Moncloa, que cita, entre otras iniciativas, el Centro de Excelencia en Ciberseguridad, en Málaga o el cable submarino que conectará Bilbao con Nueva York.

Ni una palabra sobre los impuestos que Google escamotea a Hacienda facturando desde Irlanda los servicios que presta en España. Un dato: en 2020, año del confinamiento, Google Spain dijo que había ganado un 4% menos que en 2019 y solo pagó 8,4 millones en impuestos sobre beneficios, un 5,6% menos que el año anterior.

Lo más grave, sin embargo, es que Google está destrozando la prensa de nuestro país actuando primero como parásito -coge las noticias-, luego como ladrón -le roba la publicidad a los medios-, y finalmente como censor, enviando a la página treinta todo aquello que cuestiona los postulados del Nuevo Orden Mundial.

¿Recuerdan a Leire Pajín y su “acontecimiento histórico en el planeta”, cuando coincidieron en el tiempo las presidencias de Zapatero en la UE y la de Obama en EEUU, “dos políticas progresistas” según Pajín? El de hoy en La Moncloa también ha sido histórico: el presidente más embustero de España con el Ceo de la empresa que ejerce mayor censura del mundo. Y los dos muy progresistas, naturalmente.