Una vez ya vistas la mayor parte de las cuentas de este tercer trimestre de las principales compañías del IBEX-35, hoy analizaremos los resultados de Sacyr. Hablamos de la multicompañía, cuyo presidente ejecutivo (rara figura dentro del IBEX-35, que cuida extraordinariamente la separación de funciones) Manuel Manrique anda, desde hace algunas fechas, a la búsqueda de nuevos socios, para que suscriban una posible ampliación de capital en los negocios de agua y servicios, que permitan al grupo la reducción de la deuda a largo plazo, que, como veremos, es el “grano enquistado” y una de las causas que están dando alas en Bolsa a los oportunistas “bajistas”.

Sacyr, tiene como principal accionista a DISA, la petrolera propiedad de Demetrio Carceller, consejero en Sacyr, vicepresidente de Ebro Foods y dueño de la cervecera Damm. 

Pues si les parece vamos a desarrollar un poco los resultados de la compañía al cierre del mes de septiembre y que presentan un resultado neto atribuible de 67,8 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 12,5% respecto a septiembre del 2021. Por áreas de negocio, ha sido ingeniería e Infraestructuras la que aporta 63,2 millones de euros al resultado, 4,2 millones de euros Servicios, 15,3 millones de euros concesiones y también en ajustes se han registrado pérdidas por 34,4 millones de euros.

Los ingresos de explotación han crecido un 22,4% y presentan una cifra de 4.297,9 millones de euros y los gastos de explotación 3.373,9 millones de euros que suponen también un crecimiento del 17,1%. La mayor parte del crecimiento de ingresos son debidos a concesiones en autopistas sudamericanas que se ven especialmente marcadas por subidas inflacionarias junto al avance de proyectos en construcción en la misma área geográfica. En total el EBITDA de los nueve meses asciende a 924 millones de euros un 46,7% superior al registrado en el ejercicio precedente, con 542,4 millones de euros que proceden del negocio de concesiones que supone el 58,6% del margen y donde Sacyr Concesiones es su principal contribuyente, al margen por la mejora en tráficos en todas las autopistas y mayores ingresos en infraestructuras como la de aguas, las dos afectadas igualmente en los ingresos por el crecimiento inflacionario de las tarifas.

Las carteras de contratos y pedidos se han situado en 53.122 millones de euros, que supone un crecimiento del 16% respecto a diciembre del 2021, donde destaca la división de Concesiones que supone el 81% del total de la cartera, crece el 18%.

Los costes crecen en menos porcentaje de los ingresos, 3.373,9 millones de euros que han supuesto un 17,1% más que en el ejercicio precedente, los tipos de cambio en las divisas de las áreas donde opera han equilibrado los impactos inflacionarios registrados. después de amortizaciones y provisiones, que esta ultimas crecen en 26 millones de euros, el EBIT 761,9 millones de euros mantiene el crecimiento del 48,8% del EBITDA.

Al cierre de septiembre la deuda neta de Sacyr asciende a 7.608 millones de euros, un 26,53% superior a diciembre del 2021 esto es nueve meses más, 1.595 millones de euros más de deuda

Ahora veremos unas de las debilidades de la compañía, que está llevando a la compañía a la aceleración del Plan Estratégico 2021/2025, para centrarse la reducción de la preocupante deuda que supone un importante quebradero de cabeza. Al cierre de septiembre la deuda neta de Sacyr asciende a 7.608 millones de euros, un 26,53% superior a diciembre del 2021 esto es nueve meses más, 1.595 millones de euros más de deuda, que a partir del 2026 habrá de amortizar 6.191 millones de euros, la situación puede afectar seriamente a la marcha de Sacyr, por lo que pretende adelantar dos ejercicios el cumplimiento de reducir “drásticamente” la deuda neta con recurso. Para ello se plantea un plan de desinversión con tres iniciativas, la desinversión del 49% de la División de Servicios, la incorporación de socios inversores para un 49% de la filial del negocio del agua y la rotación de concesiones no estratégicas y participaciones minoritarias que no sean rentables para lograr equilibrios de rendimiento y disminución de riesgos.

Como verán unos buenos resultados, no siempre significan una buena situación financiera de las compañías. Las áreas en las que opera principalmente Sacyr son muy inestables, con fuertes fluctuaciones de sus economías y con un doble riesgo por las volatilidades políticas y de tipos de cambio de sus divisas.

De momento en el mercado puede más el buen resultado obtenido y su cotización crece un 4,24%, veremos qué pasa si de nuevo actúan los operadores bajistas de los que Sacyr, forma parte del grupo de favoritos de sus valores.