Los últimos coletazos de la participación de Sacyr en Repsol se llevaron por delante el aumento del negocio durante 2021, de tal manera que la compañía presentó este viernes unas pérdidas de 189,2 millones de euros, frente al beneficio de 35,7 millones de 2020. Menos mal que, como aclara la compañía, se trata de un apunte contable y no implica una salida de caja.

El otro punto negro del ejercicio fueron las radiales por las que Sacyr fue condenada a pagar 141 millones de euros, sentencia que ha recurrido. Sea como fuere, el grupo destinó 58 millones a una provisión por la R3 y la R5.

Todo lo demás fueron buenas noticias, con un alza del 2,8% de la facturación, hasta 4.675 millones de euros, y un ebitda de 922,9 millones, un 27,5% superior al de 2020.

Ingeniería e Infraestructuras siguió siendo el principal negocio, aunque fue el que menos creció (1%), hasta los 2.648,7 millones de euros, seguido de Concesiones (1.475,2 millones, un 7% más) y Servicios (1.016,7 millones, un 2% más).

En definitiva, el primer año del Plan Estratégico 2021-2025 se saldó de manera positiva en cuanto a los negocios, aunque sufrió el impacto negativo de la participación en Repsol y las cuestiones aún sin resolver de las radiales. En cualquier caso, al mercado le han gustado y la cotización de la compañía sube más de un 2% frente a un Ibex que a media mañana subía un 1,5%.