Rovi se desploma más de un 13% en bolsa este jueves, tras anunciar que investiga la posible contaminación de dosis de la vacuna de Moderna que había enviado a Japón. Y todo ello, después de que el país nipón haya retirado 1,63 millones de dosis al encontrarse “sustancias anómalas”.

Recuerden que los laboratorios españoles llegaron a un acuerdo con Moderna para hacer a gran escala el llenado de la vacuna, el cual se amplió hace unos meses para fabricar también el principio activo. Un acuerdo que les permitió ganar 55% más en 2020 y empezar bien este año, con unos aumentos del 71% hasta marzo en el beneficio neto hasta marzo y del 72% en el conjunto del primer semestre.

Los laboratorios españoles controlados por la familia López-Belmonte están investigando la posible contaminación que se limita a unos pocos lotes destinados a Japón. Por ello, la producción en las plantas de nuestro país no se ha detenido

Ahora Rovi recibe un nuevo golpe, tras el fallecimiento de su presidente, Juan López-Belmonte López, a los 74 años, hace poco más de un mes. Tras esta trágica noticia, la presidencia ha pasado a manos de uno de los tres hijos que ya se sentaban en el Consejo de Administración: en concreto, de Juan López-Belmonte Encina, sumándose a la responsabilidad que ya tenía como CEO. Por su parte, Javier se mantiene como vicepresidente primero e Iván, como vicepresidente segundo. Y es que la familia sigue teniendo el control: posee el 60,107% a través de Norbel Inversiones

Los laboratorios españoles han asegurado que se está investigando la posible contaminación de las dosis de la vacuna de Moderna y que se limita a unos pocos lotes destinados a Japón (en concreto, los números 3004667, 3004734 y 3004956). Por ello, la producción en las plantas de nuestro país no se ha detenido.

Por su parte, en Japón, el primer ministro, Yoshihide Suga, ha señalado que el plan de vacunación se vería poco afectado tras lo ocurrido. El Ministerio de Sanidad nipón ha retirado 1,63 millones de dosis de la vacuna de Moderna fabricadas en España después de que la farmacéutica nipona Takeda, que se encarga de distribuirlas y venderlas allí, informara de “sustancias anómalas”, porque “no se puede descartar que exista un riesgo”.