Siguiendo el camino que ayer nos marcó Naturgy abriendo la senda de presentaciones de resultados de 2022 de las compañías del sector energético, este jueves llegan los de Repsol y además lo hacen por la “puerta grande”. Si nos fijamos solo en el extraordinario resultado atribuido de 4.251 millones de euros (M€), ha sido un 70,11% superior al obtenido en 2021. Pero si les parece vamos a tratar de desgranarlo para ver algunos de los detalles que lo matizarán.

El primer matiz es obvio: el contexto económico en el que se produce, la volatilidad de los mercados energéticos derivadas de la invasión rusa de Ucrania y la posterior guerra, y el incremento de los precios de los hidrocarburos impulsados por las sanciones impuestas a Rusia. La estrategia de la compañía que preside Antonio Brufau y Josu Jon Imaz ha sido destinar 2.000M€ para incrementar sus inventarios y más de 500M€ a descuentos adicionales a sus clientes en las gasolineras, y parece haber contribuido a este resultado que, añadido al de 2021 alcanza los 6.750M€, pero que no compensa aún los 7.105M€ de pérdidas de los ejercicios 2019-2020. ¿Lo habrá entendido el Gobierno Sánchez?

Retomando las cifras de la cuenta de resultados: resaltar los 74.828M€ obtenidos en ventas, un 51,23% superiores a las del ejercicio precedente, donde el 57,9% corresponde a ventas en España, y vienen marcadas por la volatibilidad de los precios y las bonificaciones ofrecidas por la compañía en los repostajes en sus gasolineras (se destinaron más de 500M€ a estos descuentos y aunque las ventas han subido un 10%, los márgenes han bajado). Las compras 56.178M€ (+50,02%) vienen marcadas en primer lugar por los incrementos estratégicos en stocks y los incrementos de precios en las materias primas. El 77% de los ingresos registrados pertenecen al negocio de los productos petrolíferos (gasolinas, GLP, fuel), el 9,74% a los productos gasísticos y solo el 2,7% a la comercialización eléctrica (aquí el crecimiento es más lento y sólo cuenta con algo más de 1,5 millones de clientes). 

Las ventas de 74.828M€ (+51,23%), donde el 57,9% corresponde a las de España y vienen marcadas por la volatibilidad de los precios y las bonificaciones ofrecidas por la compañía en los repostajes en sus gasolineras

La partida de dotación de provisiones por deterioro se incrementó en 2.010M€ respecto al ejercicio precedente, hasta los 2.673M€, de los que el 90,6% corresponde a saneamientos de inmovilizado. Mientras que los costes de explotación, 4.606M€, se han incrementado un 25,37%, destacando especialmente el aumento del 61,47% de la partida de transportes y fletes; los costes de personal, 1.967M€, han crecido un 9,16% debido al acuerdo firmado para el mantenimiento del poder adquisitivo de los salarios con carácter 1 de enero del 2021.

La partida de otros ingresos/gastos de explotación, -4.169M€, ha sufrido un incremento del 40,46% al registrar mayores pérdidas por valoración de derivados comerciales (-779M€) y -622M€ por mayores consumos de derechos de CO2. El resultado de explotación ha sido de 5.860M€, lo que ha representado un 55,98% de incremento, una excelente cifra para tiempos tan difíciles para otros sectores económicos. Y el resultado bruto de explotación (ebitfa) ha pasado de 8.171M€ a 13.813M€ (+69%).

El resultado financiero ha sido de 331M€ (+22,14%), se ha visto marcado de forma especial por los resultados obtenidos por derivados de la autocartera. El resultado de las sociedades contabilizadas por el método de la participación aportó 989M€, 688M€ más que en el ejercicio 2021.

Evidentemente la generación de efectivo con este resultado ha sido excepcional: 7.832M€ por explotación, un 67,46% superior al 2021. Los pagos netos por inversiones ascendieron a 4.103M€, un 41,3% más, donde destacaron los 1.027M€ destinados a remuneraciones al accionista, que incluyeron la amortización de 200 millones de acciones propias. La generación de caja también permitió la reducción de la deuda en un 61%, que al final del ejercicio ha cerrado en 2.256M€ y con un ratio de apalancamiento del 8% (+0,7%) como consecuencia de la amortización de acciones propias. Y todo ello en un ejercicio en que ha aumentado los salarios de los trabajadores por encima del IPC y ha garantizado el suministro reforzando sus inventarios. 

La generación de caja también permitió la reducción de la deuda en un 61%, que al final del ejercicio ha cerrado en 2.256M€ y con un ratio de apalancamiento del 8% (+0,7%) como consecuencia de la amortización de acciones propias

Demoledor el dato que ha recalcado su CEO, Imaz: la contribución fiscal ha sido de más de 17.000M€, de los cuales más del 70% (12.000M€) han sido en España. Esto ha convertido a Repsol en la primera empresa de Ibex 35 por contribución fiscal, en una clara alusión a las continuas amenazas del Gobierno para crear impuestos especiales para las empresas del sector. Y por cierto, Imaz ha referido que el nuevo impuesto a las energéticas supondrá para Repsol el abono de unos 450M€ y que pretenden recurrir dicho impuesto porque no es compatible ni con la Constitución española ni con la normativa europea, y la que ya lo ha recurrido ante la Audiencia Nacional ha sido la patronal eléctrica Aelec (la cual agrupa a Iberdrola, Endesa y EDP). Un nuevo impuesto que, en su opinión, está penalizando el gran esfuerzo inversor de la compañía: “Considerar extraordinario un beneficio que se obtiene de un gran esfuerzo inversor y penalizarlo frente al que se dedica a importar productos de otros continentes sin crear un solo empleo industrial, es, además de injusto, incomprensible y perjudicial para la economía española”, ha subrayado Imaz. 

En 2022, Repsol realizó unas inversiones de 4.182M€, un 40% superiores a las del año anterior y la mayor parte se destinó a proyectos en la Península Ibérica y EEUU, además ha anunciado unas inversiones orgánicas históricas de más de 5.000M€ para este año, de las que el 35% se asignarán a proyectos bajos en carbono y el 86% se producirán en países OCDE. “Los mensajes populistas solo sirven para dificultar la actividad empresarial, provocar desconfianza en los inversores, reducir la inversión y la actividad económica, disminuir la recaudación de impuestos y poner en riesgo el empleo industrial. Frente a estos mensajes, Repsol apuesta por un camino de responsabilidad con la sociedad”, ha añadido Imaz.

Repsol abonará unos 450M€ en el nuevo impuesto a las energéticas, el cual pretende recurrir porque no es compatible ni con la Constitución española ni con la normativa europea. “Los mensajes populistas solo sirven para dificultar la actividad empresarial, provocar desconfianza en los inversores, reducir la inversión y la actividad económica, disminuir la recaudación de impuestos y poner en riesgo el empleo industrial”, subraya Imaz

Por lo que se refiere a la remuneración al accionista, esta llegará a los 0,70€ por acción en el 2023, en el que además se amortizaran 50 millones de acciones propias.

Para finalizar en un día de grandes números y mejores resultados, recordar que Repsol mantiene un litigio con la compañía china Sinopec por unos 5.000M$, de los que tiene provisionados 800M€ desde 2020 y en 2021 rebajó dicha provisión y la redujo al importe inicialmente registrado. Un procedimiento arbitral largo que heredó al comprar Talisman en mayo de 2015 por la inversión en la sociedad conjunta Tseuk, que empezó en mayo de 2016 e incluye el tema de la responsabilidad y el tema de la cuantía de las responsabiilidades. En concreto, el de la responsabilidad aborda cinco cuestiones (reservas, producción, abandono, proyectos y mantenimiento) y hasta ahora, Repsol ha recibido algunos reveses judicionales (un tribunal arbitral ha desestimado sus recursos de anulación contra dos laudos, pero recurrirán), claro que también se les ha dado la razón en otros tres laudos. Por tanto, teniendo en cuenta esto último y la rebaja de provisiones, no parece que el litigio pueda suponer un importante impacto en futuras cuentas de la compañía.

El mercado parece haber descontado ya los resultados de hoy, o no comparten la euforia de Imaz, ya que al cierre de este articulo sólo ascendía un 0,07% su cotización, por debajo del alza del Ibex. Ya saben que la bolsa se ciñe más al corto plazo y al tema de los dividendos, más que a la estrategia a largo plazo presentada y al anuncio de mayores inversiones.