Para empezar con el repaso a las cuentas referidas al 30 de septiembre presentadas el jueves por ACS, les he de confesar que tengo un importante punto de incertidumbre por las cifras de desempeño del imperio de Florentino Pérez, ya que como se ha visto a lo largo de la pandemia el ‘core’ del negocio de ACS se tenía que haber resentido especialmente. Las limitaciones de movilidad han afectado especialmente a los resultados del grupo, pues si vemos el primer titular que nos ofrecen, “ACS (concesionaria de autopistas) gana un 24,7% más en los nueve primeros meses del año hasta los 545M€” y destaca que Abertis, en este último trimestre, ha mejorado su contribución al resultado en 96 millones de euros (M€) respecto al 2020 y aporta un total de 87M en el total de los nueve meses del ejercicio. Mi primera reflexión es qué cuentas vamos a ver de aquí en adelante, ya desde el próximo trimestre, con las no renovaciones de concesiones en nuestro país, de momento la AP7 y la AP2 (más de 500KM.), cuando basa en este negocio su mejora del resultado

Pero volvamos al presente. Las ventas, 20.365M€ han descendido un 2,8% interanual, que ACS atribuye a la depreciación del dólar norteamericano (USD). De acuerdo que América del Norte representa prácticamente el 60% de la facturación del grupo con 12.132M€, pero venimos de un 2020 en el que la pandemia redujo de una forma importante las ventas en sectores clave para ACS como infraestructuras y construcción. Destacar los incrementos en infraestructuras del 11,6% el área Asia-Pacifico y del 8,7% en nuestro país, el 6,6% en servicios, y la bajada en construcción del 3,7%. La prueba de la mejora evidente post pandemia es la cifra de la cartera de encargos que crece un 8,6% interanual y se sitúa en 66.380M€.

En los próximos meses veremos si es tan importante la contribución de los resultados de Abertis, ya que empezaremos a ver reflejados la falta de los ingresos por las autopistas AP7 y AP2 españolas, a las que no se renovó la concesión ya vencida

Los gastos de explotación descienden un 3,3% hasta los 19.475M€ mientas que la aportación de sociedades por puesta en equivalencia crece un 1,4% hasta los 275M€, lo que el EBITDA fue de 1.165M€, un 12,5% más que en el mismo periodo del ejercicio, que ha sido obtenido por una reducción en los gastos de explotación, que en el 2020 contaban con excepcionales por motivos del COVID, y por los 58M€ de las sociedades participadas, por lo que sin crecimiento en los ingresos por ventas será difícil mantener estas cifras.

El resultado financiero ordinario (-178M€) mejora ligeramente en un 0,2% ya que a pesar de la reducción de los ingresos financieros en 12M€, los gastos lo han hecho prácticamente en el mismo importe.

La deuda financiera bruta que presenta a finales del tercer trimestre es de 11.227M€, un 0,26% superior a la cifra del pasado ejercicio, de la que 6.320M€ lo es con entidades financieras. La deuda financiera neta asciende a 3.573M€ un 3,50% superior al 2020 ya que en el comparativo, en el 2020 se incluía una posición de caja neta de 859M€ de la actividad de Servicios Industriales, ahora clasificados como Mantenidos para la venta. Esto último justifica también los 313M€ del epígrafe BDI (beneficio después de impuestos) de Actividades interrumpidas que figuran en la Cuenta de Resultados.

Los dividendos abonados en lo que llevamos de ejercicio han ascendido a 369M€, 103M€ menos que en pasado ejercicio y a la recompra de acciones propias se han destinado 302M€ frente a los 651M€ que se destinaron el pasado 2020.

En los próximos meses veremos si es tan importante la contribución de los resultados de Abertis, ya que empezaremos a ver reflejados la falta de los ingresos por las autopistas AP7 y AP2 españolas, a las que no se renovó la concesión ya vencida. Quizás para entonces, la justificación de los resultados, si son peores, sea por este motivo.