De forma sorprendente y prácticamente hasta donde alcanzan mis recuerdos, Atresmedia se ha desmarcado por primera vez de la fecha de presentación de resultados de la otra pata del duopolio, Mediaset. La compañía presidida por José Creuheras madruga en este trimestre anunciándonos que ha obtenido un resultado neto atribuido de 79,9 millones de euros (M€), un 50% superior al obtenido en el anterior ejercicio en plena pandemia. Pero como ya indicaba en los anteriores trimestres y a pesar de que Atresmedia sigue lanzando las campanas al vuelo haciendo comparaciones con tiempos de pandemia, el resultado se encuentra lejos de los conseguidos en 2017 (84,3M€), por debajo de los del 2018 y al mismo nivel que los del 2019.

En el actual entorno económico post pandemia, según Atresmedia, la inversión publicitaria en el total de los tres trimestres había crecido un 15% respecto al 2020, siendo un 15% el crecimiento del medio televisivo, un 14,5% radio y un 17,9% el medio digital. Muy justo, pero la cifra de ingresos netos acumulada alcanza los 623,6M€ que representa un incremento del 14,6% interanual, gracias a los 623,6M€ (+15%) del negocio audiovisual, 44,3M€ de la aportación de la radio (+8,3%), medio que me parece está llegando al borde de la residualidad a pesar del crecimiento de este medio en otras corporaciones.

Hay que puntualizar que de los 623,6M€ registrados como ingresos, 500M€ pertenecen a publicidad televisiva (+15,5%) interanual, 45,4M€ a publicidad digital (+48,6%), 56,2M€ a Producción y distribución de contenidos (-7,5%) y 21,9M€ a otros ingresos, quedando muy clara la dependencia publicitaria de Atresmedia y por supuesto de sus competidores como seguro veremos en estos días.

A pesar de que, como hemos visto, los resultados se encuentran aún alejados de los obtenidos en el 2017, don Silvio González, Ceo del grupo, ha explicado en una rueda de prensa que, previa aprobación por el Consejo de Administración y si se mantienen las condiciones actuales de crecimiento de los beneficios, se valoraría el retorno a la remuneración al accionista

Los gastos de explotación (544,6M€) han supuesto un incremento del 7,4% interanual, donde los gastos del negocio audiovisual, que han crecido un 7,8% respecto al ejercicio precedente, significan el 93,1% del total, mientras los de radio han ascendido a 44,7M€ como consecuencia de un incremento del 2,6% respecto al 2020. Crecen los consumos de programas un 11,2% que significan un 43,8% del total de costes, también lo hacen los de personal y el resto de los gastos operativos un 9,2%. Los costes variables de ventas descienden un 6,9% ya que la actividad de producción y distribución de contenidos aún no han alcanzado niveles anteriores a la pandemia.

El resultado de explotación ha sido de 106,8M€, un 55% superior al obtenido el pasado ejercicio, donde el negocio audiovisual aporta un 98,4% mientras que el de radio solo lo hace en un 1,6%.

En lo referente a las audiencias hay que destacar, primero, que el consumo de televisión continúa descendiendo, situándose en los tres primeros trimestres en tres horas treinta y seis minutos, veinte minutos menos que en el mismo periodo del 2020, la más baja desde el 2009. A mí me siguen pareciendo muchísimas, pero vamos por buen camino. La cuota de audiencia es del 27,3%, del 28,4% en prime time, por lo que consigue un 1,7% más que la otra pata del duopolio, Mediaset. La cifra es horrible: un 55,1% de nuestros compatriotas se ponen de acuerdo en horas punta de audiencia para consumir telebasura. Solo en esta franja horaria consigue superar a su competidora. En el resto es Mediaset la que se viene imponiendo en audiencias en los últimos dos ejercicios.

La deuda financiera bruta (281,9M€) se ha visto reducida en un 2,1% mientras que el efectivo se ha incrementado en 167,1M€, no por la obtención de mejores resultados, sino por un puro tema de retraso en calendario en el cumplimiento del pago de impuestos.

A pesar de que, como hemos visto, los resultados se encuentran aún alejados de los obtenidos en el 2017, don Silvio González, Ceo del grupo, ha explicado en una rueda de prensa que, previa aprobación por el Consejo de Administración y si se mantienen las condiciones actuales de crecimiento de los beneficios, se valoraría el retorno a la remuneración al accionista.