El número de personas en situación de desempleo registradas en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), al finalizar el mes de julio bajó en 10.968 (-0,41%) con respecto al mes anterior, según datos publicados ayer miércoles por el Ministerio de Trabajo y Economía Social.  

El total de parados sigue por debajo de los 2,7 millones, concretamente se sitúa en 2.677.874 desempleados. Es la cifra más baja correspondiente a cualquier mes desde septiembre de 2008. En términos interanuales, el paro registrado ha descendido en 205.938 personas (-7,14%).

Con el dato de julio (-10.968), el paro encadena cinco meses de descensos, tras las caídas registradas en marzo (-48.755), abril (-73.890), mayo (-49.260) y junio (-50.268).

Por otra parte, la Seguridad Social ganó una media de 21.945 cotizantes en julio respecto al mes anterior (+0,11%), lo que ha dejado el número total de afiliados en el máximo histórico de 20.891.885, según datos publicados ayer por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

En el último año, la Seguridad Social ha ganado 550.920 afiliados, con un crecimiento interanual del 2,71%, tasa superior a la registrada en junio (+2,56%). La afiliación a la Seguridad Social encadena así seis meses al alza, aunque el incremento en este séptimo mes del año ha sido el menos acusado de todos.

Así las cosas, parecen datos y cifras "muy positivos", según puso de manifiesto la ministra comunista Yolanda Díaz. 

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Sin embargo, sobre los datos de paro registrado, contratos y afiliación, la empresa Randstad Research realizó ayer un análisis bastante crítico.

En concreto, la compañía destaca que "el paro registrado descendió en julio en 10.968 personas (-0,41%), lo que supone el tercer peor julio para esta variable (solo 2019 y 2022 fueron peores) desde 2008. En términos desestacionalizados el comportamiento ha sido negativo, ya que refleja un aumento del paro en el mes". Añade: "El paro registrado creció, en términos desestacionalizados, en 5.509 personas durante julio, un pequeño aumento que se ve agravado por el hecho de la no inclusión de los trabajadores fijos discontinuos en inactividad, que han crecido en 87 en el pasado mes". 

En cuanto a la afiliación a la Seguridad Social en julio,  en 21.945 personas, un aumento de un 0,11%, Randstad afirma que se trata del "tercer peor mes de julio de la última década. La serie desestacionalizada de afiliados, según el Ministerio, refleja un descenso mensual. Por otra parte, el empleo interanual se acelera hasta un 2,71%, lo que rompe con la dinámica de los dos meses previos. La cifra total de afiliados queda situada en los 20,89 millones de personas". 

Además, Randstad subraya que "la contratación cayó un 4,11% respecto a junio, con un total de 1,43 millones de contratos. En comparación con el mes anterior, el descenso de la contratación se ha producido solo en la indefinida (-10,35%), ya que crece la temporal (+0,46%). En términos interanuales, la contratación indefinida cayó un 17,43% mientras que la temporal descendió un 10,79%". 

La empresa también destaca que por sectores, en julio la afiliación ha crecido en la mayoría de las actividades, con dos grandes excepciones: Educación (-115.140) y Agricultura (-38.161). Los mayores aumentos se han registrado en Actividades Sanitarias y Servicios Sociales (+48.772), Comercio (+40.109) y Hostelería (+25.863). 

Todo lo cual, le lleva a analizar a Randstad: "El comportamiento de los afiliados en Educación en julio pone sobre la mesa una de las aparentes paradojas de nuestro mercado laboral desde la entrada en vigor de la reforma laboral, como es la magnífica evolución del paro registrado a espaldas de la realidad económica y laboral del país. Durante este julio el empleo en Educación -uno de los sectores en los que más ha proliferado la firma de contratos fijos discontinuos en el último año y medio- ha caído en más de 115 mil personas, que mayoritariamente se inscriben en los servicios públicos de empleo para cobrar la prestación a la que tienen derecho. Como consecuencia, se observa un aumento en los demandantes de empleo, que alcanza los 4,32 millones tras haber crecido en 87.000 aquellos demandantes con relación laboral. 

Pero este aumento en los demandantes de empleo no se contabiliza en la casilla de los parados registrados, que siguen una evolución cada vez más alejada de la realidad laboral. El paro registrado se ha reducido en casi 11.000 personas en julio, en paralelo con un aumento de 55.000 demandantes de empleo y de 87.000 demandantes con relación laboral. 

Y en términos interanuales la divergencia es enormemente más chocante: mientras que el paro registrado ha descendido en 206.000 personas desde julio de 2022, los demandantes de empleo solo han caído en 5.800 personas, y los demandantes con relación laboral han crecido en 194.000 personas. Se produce, por tanto, una divergencia de 400.000 personas entre la variación anual del paro registrado y la de los demandantes de empleo con relación laboral, donde se contabilizan a los fijos discontinuos en situación de inactividad", concluye Randstad.