La pregunta es: ¿quién manda en Telefónica, Manuel de la Rocha? Porque el monclovita no está capacitado para ello. Marc Murtra es el presidente de Telefónica y hay que dejarle gestionar. Es un hombre de Moncloa, nadie lo duda, pero ahora es presidente de la compañía. Hay que dejarle en paz aunque sólo sea para poder exigirle resultados. 

Y es que la indefinición reina en la compañía. Marc Murtra debe responder a muchas preguntas. Por ejemplo: ¿qué papel quiere jugar en la remodelación del sector en Europa: el de absorbente o el de absorbido? Esto es vital, se anuncian los cambios en Europa y no sabemos si la teleco, presente en tres mercados claves: España, Reino Unido y Alemania, va a jugar un papel predominante o vamos a perder otra empresa estratégica.  

¿Conservar o malvender Hispanoamérica? Por cierto, Argentina no es la urgencia, la urgencia es Perú. Además, ¿abandonar una historia de décadas ahora que Argentina se levanta? ¡Pues menuda idea!

¿Qué va a pasar con la política de precios? Telefónica ha optado por no entrar en el 'low cost' y le ha ido bien, pero tiene un montón de tiendas inútiles con las que algo habrá que hacer. ¿Qué hacemos con la segunda marca? ¿Y con la tele, con un José Manuel Contreras pidiéndose un canal?

Lo más importante: Murtra debe demostrar que preside y gestiona la compañía al margen de La Moncloa. Por ejemplo, no ceder en la mamonada política, en el proceso de censura mediática en el que Sánchez se ha embarcado

¿Conservar o malvender Hispanoamérica? Por cierto, Argentina no es la urgencia, como ha adelantado hoy el diario Expansion, la urgencia es Perú que está al borde de la suspensión de pagos. Además, ¿abandonar una historia de décadas ahora que Argentina se levanta con un tal Javier Milei? ¡Pues menuda idea!

Nota al margen: no seamos mezquinos, dejen de ponerle pegas a Álvarez Pallete para cobrar lo que le corresponde por su vergonzante cese

Pero, lo más importante es lo antedicho: Murtra debe demostrar que preside y gestiona la compañía al margen de La Moncloa. Por ejemplo, no ceder en la mamonada política: en el proceso de censura mediática en el que Sánchez se ha embarcado. Eso es miserable.

Nota al margen: no seamos mezquinos, dejen de ponerle pegas a Álvarez-Pallete para cobrar lo que le corresponde por su vergonzante cese en Moncloa. Pallete se ha comportado con gran elegancia, no es el momento de que se vengue de aquellos a los que él mismo nombró.