PRISA ha publicado en la tarde del día 25 sus resultados del tercer trimestre del ejercicio 2022. De nuevo volvemos a traer buenas noticias, al menos a priori. El resultado neto del grupo ha aumentado respecto al mismo trimestre de 2021, pasando de una cifra negativa de -81,8 millones de euros a un resultado menos negativo de -28,2 millones de euros. Vemos que el resultado neto del grupo sigue sin salir del pozo donde se metió desde que saltase la ‘bomba’ de la pandemia allá por el lejano marzo de 2020. Pese a ello, atendiendo a los resultados analizados del grupo de este 2022, observamos cómo PRISA tras las distintas medidas adoptadas en lo que va de año, y las tomadas en el año anterior, se encuentra inmersa en una evolución positiva de sus principales cifras empresariales.

Antes de ahondar en el detalle de la cuenta de resultados, trataremos de manera breve la situación en bolsa del mismo hasta el cierre del día de ayer, con el fin de que nuestros lectores vean cómo ha impactado la publicación de sus resultados en su cotización de esta mañana. Tras días de importantes descensos en el precio de la acción, con un decremento acumulado de un 10,14% en los últimos diez días, PRISA disminuyó su precio a cierre del día de ayer respecto al día anterior, en un 2,02%, pasando de ser de 0,347 euros por acción a 0,34 euros por acción. Y este miércoles no ha sido menos y la cotización ha vuelto a caer más de un 2%.

Pasemos ahora a las principales magnitudes del resultado de PRISA hasta septiembre. Aviso: no se dejen deslumbrar por la primera impresión, o se llevarán a casa una idea equivocada.

Los ingresos de explotación del grupo, aquellos que proceden de sus actividades recurrentes, han aumentado en un 20,9% respecto al cierre del mismo trimestre de 2021, pasando de 485,7 millones de euros a 587,3 millones de euros. Niveles de ingresos muy similares a los cosechados por el grupo antes de la pandemia. Por otro lado, los gastos han aumentado en un menor porcentaje en igual comparativa, en tan solo un 10,8%, habiendo pasado de 467,8 millones de euros a 518,2 millones de euros. Ello ha permitido que PRISA haya obtenido un incremento de EBITDA muy abultado en términos interanuales como ahora veremos.

Si bien hemos visto que los resultados del grupo siguen una senda de evolución positiva en 2022 respecto al 2021 no debemos olvidar el proceso de desinversión de sus ‘joyas de la corona’ acometido a partir de 2020, destacando la venta de Media Capital y Santillana España y que el grupo ha recibido un apoyo evidente de Moncloa

La capacidad de generar recursos del grupo se ha visto evidenciada a través de la evolución del indicador EBITDA entre el tercer trimestre de 2021 y el tercer trimestre de 2022. El EBITDA contable de PRISA del tercer trimestre de 2022 ha aumentado en un 284,9% con respecto al mismo período del año anterior, pasando de ser de 18 millones de euros a 69,1 millones de euros. De manera especial, el impacto ha sido relevante en la cifra del EBITDA de PRISA en su negocio de educación, con un aumento de la cifra entre períodos del 79,6%. El olvido de la pandemia y la vuelta a la normalidad estudiantil le están dando la vida al grupo.

Sobre la evolución de la deuda del grupo PRISA desde el cierre de 2021 hasta el tercer trimestre de 2022 con su principal acreedor, para variar, las entidades financieras, cabe decir lo siguiente. La deuda bancaria total de PRISA ascendía a cierre del ejercicio 2021 a 949,3 millones de euros y a cierre del tercer trimestre de 2022 se ha situado en 940 millones de euros, lo que supone una reducción en términos relativos desde el cierre del año 2021 del 1%. Muy poco.

Si bien hemos visto que los resultados del grupo siguen una senda de evolución positiva en 2022 respecto al 2021 no debemos olvidar el proceso de desinversión de sus ‘joyas de la corona’ acometido a partir de 2020, destacando la venta de Media Capital y Santillana España y que el grupo ha recibido un apoyo evidente de Moncloa. A pesar de dichas desinversiones, el grupo PRISA sigue estando en niveles muy altos de endeudamiento, que si atendemos a su patrimonio neto negativo de -536 millones de euros, estamos ante una situación extremadamente preocupante, lo que se denomina en el argot financiero de quiebra técnica del grupo.

Es decir, tras el análisis de las principales magnitudes de la cuenta de resultados del grupo, la conclusión es clara: no es oro todo lo que reluce. Cierto es que PRISA ha incrementado sus principales cifras de manera comparativa con los años anteriores, pero claro, solo faltaría que no fuese así al comparar sus cifras con las reflejadas en períodos anteriores de pandemia en el que PRISA obtuvo los peores resultados de entre los distintos grupos que cotizan en bolsa. A modo de ejemplo, la cifra de resultado del grupo a cierre de 2020 descendió en un 427% respecto al cierre del 2019. No digamos ya los ingresos que a cierre de 2019 fueron de 964,9 millones de euros, superiores en casi el doble a los del tercer trimestre de 2022 y solo queda un trimestre para remontar. A cierre de 2021, no fue mucho mejor, el grupo reconoció unas pérdidas de 106,5 millones de euros.

Cierto es que PRISA ha incrementado sus principales cifras de manera comparativa con los años anteriores, pero claro, solo faltaría que no fuese así al comparar sus cifras con las reflejadas en períodos anteriores de pandemia en el que PRISA obtuvo los peores resultados de entre los distintos grupos que cotizan en bolsa

Además, el grupo sigue sin salir de una cifra de patrimonio negativo que incluso es más negativo que el del cierre del año 2019, de -411,6 millones de euros. Todo ello pese a vender sus joyas de la corona como ya hemos mencionado. Grupo empresarial muy mal gestionado y que únicamente muestra una evolución positiva de sus cifras en 2022 porque se comparan con periodos anteriores que fueron muy malos para el grupo. Al igual que hace nuestra ‘querida’ ministra de economía Dña. Nadia Calviño, la presentación de resultados del grupo muestra una evolución positiva pero que, nada más lejos de la realidad, ni por asomo se acercan a los presentados antes de la pandemia, al igual que las cifras de PIB de España en iguales términos comparativos. De nada vale crecer cuando tu nivel es muy bajo. Pongamos un breve ejemplo para ver con claridad este hecho.

Comparemos a un estudiante que aprobó en el segundo trimestre 7 asignaturas de 8 y a otro de la misma clase que aprobó 2 asignaturas de 8. En el tercer trimestre el primer alumno aprueba sus 8 asignaturas, mostrándose una tasa de crecimiento del 14% entre un trimestre y otro, y el segundo alumno aprueba 4 de 8 asignaturas, mostrándose una tasa de crecimiento de sus aprobados del 100%. Pese a mostrase una tasa de crecimiento superior en el segundo caso, el primer alumno pasaría de curso ‘limpio’ y el segundo, salvo milagro en septiembre, repetiría curso. Pues bien, con este claro ejemplo hemos visto que PRISA y su mejor amigo, nuestro ‘querido’ Gobierno, dicen que el grupo y España crecen, respectivamente, pero es un crecimiento que en ningún caso muestran bondad alguna salvo una desastrosa gestión en períodos anteriores.

No es extraño, pues, que el máximo accionista, Joseph Oughourlian, haya advertido a Sánchez, como adelantó Hispanidad: o gano dinero en INDRA o dejo caer PRISA.