No es una noticia sino dos. En el origen, que Giorgia Meloni prepara un plan para la mejora de los estructuras energéticas italianas, al grito trumpista de 'Italia primero'. Mejora en cantidad y calidad del suministro de energía en aquel país, tanto de luz como de gas. Y en ese plan, la eléctrica ENEL tiene que jugar un papel protagonista, que a lo mejor no le encanta demasiado. Debe colaborar en la mejora del servicio y no sólo en sus resultados. Es decir, tiene mucho que invertir y si para ello debe vender, en todo o en parte, Endesa, la vaca que le da más leche, ciertamente lo hará.
Pero en esta noticia nos faltan las concreciones y los tiempos. La legislatura italiana termina en 2027 y Meloni pretende que su reforma energética empiece ya en esta legislatura.
Segunda noticia. Consciente de todo esto, el primer ejecutivo de Endesa, José Bogas, 70 años, se ha propuesto terminar su vida profesional como presidente no ejecutivo de Endesa, cargo que ahora ostenta Juan Sánchez-Calero, cuyo mandato, en principio, vence en el primer semestre de 2027.
La intención de Bogas ya ha iniciado la carrera por sucederle como CEO. Además del italiano españolizado, el financiero Marco Palermo, apunten otros candidatos internos: Pepe Casas (Regulación), Ignacio Mateo (Compras) y Juan Antonio Garrido, el planificador
Bogas, el ejecutivo más importante de Endesa desde Feliciano Fuster (ahora resulta que fue Felicià), ha hecho toda su carrera en Endesa, antes y después de su venta a la semipública ENEL y en lugar de abandonar el puente de mando preferiría seguir como 'chairman' de su compañía.
Ahora bien, estas cosas son fáciles de mantener en el secreto pero no en la ignorancia de los implicados.
En plata, la cesión de Bogas, que no es para mañana sino que necesita un desarrollo, ya ha planteado la carrera por su sucesión como CEO, con categoría de primer ejecutivo de la primera eléctrica, no española, pero sí en España.
Apunten esos nombres: el financiero Marco Palermo, un italiano que se encuentra muy a gusto viviendo en España. A fin de cuentas, ENEL podría optar por un compatriota como sustituto, pero recuerden que en los planes de Meloni no se descarta una venta total o parcial de Endesa.
Luego está el omnipresente Pepe Casas, responsable de Regulación. Precisamente porque es el más omnipresente de todos, el problema de Casas es que, en esa función clave de Regulación, ha tenido más de un desacuerdo con Bogas, y si los italianos permiten a éste que nombre a su sucesor, a lo mejor no le gustaría tener como primer ejecutivo a Cases.
Cuidado: los italianos no tienen necesidad de mantener la energía nuclear, vital en España, dado que siempre han rechazado la fisión del átomo (así de mal les va)... y resulta que Endesa es clave para el mantenimiento de los reactores nucleares en España
Otro nombre importante, mucho más discreto, es el de Ignacio Mateo, responsable de Compras, muy querido en el Corporativo. Y apunten un cuarto, con menos historia en la casa pero en línea ascendente: el planificador Juan Antonio Garrido, cuyas funciones, variadas, han recorrido todo el espectro de la compañía.
Tampoco conviene olvidar la cuestión nuclear: los italianos no tienen necesidad de mantener la energía nuclear, vital, por contra, en España, dado que siempre han rechazado la fisión del átomo (así de mal les va) e incluso lo han hecho por referéndum.
Ahora bien, resulta que Endesa es clave para el mantenimiento de los reactores nucleares en España, y que Pepe Bogas es el ejecutivo eléctrico que mejor se ha entendido, tanto con Teresa Ribera como con Sara Aagesen, dos talibanes anti-nucleares... un papel que demuestra la portentosa capacidad de mediación, así como la interminable paciencia de don José.
En resumen, que Bogas no quiere pasar de primer ejecutivo a jubilado honorable que cuida su jardín sino de CEO a presidente no ejecutivo de Endesa. Y eso ha disparado todas las alarmas y, por qué no decirlo, todas las ambiciones. Y eso que los cambios, tanto en la política energética italiana como en el organigrama de Endesa, pueden llegar mañana mismo o, según lo previsto, en el calendario, en 2027.










