Amazon ganó 33.364 millones de dólares en 2021 (unos 29.390 millones de euros), un 56,4% más que en 2020, después de aumentar la facturación un 21,7%, hasta los 469.822 millones de dólares (en euros, 413.900 millones).

El negocio que más aportó a la cuenta de resultados siguió siendo el de venta de productos, con unos ingresos que crecieron un 12% y alcanzaron los 241.787 millones de dólares (unos 213.000 millones de euros). Le siguió muy de cerca el negocio de servicios, que creció con fuerza (+34%), hasta alcanzar una facturación de 228.035 millones (en euros, 200.890 millones). Más residual, aunque con un crecimiento significativo del 37%, fue el negocio de Amazon Web Services (AWS), que facturó 62.202 millones de dólares (54.800 millones de euros).

Norteamérica continuó siendo el mercado principal de la compañía, con unas ventas de 279.833 millones de dólares (unos 246.525 millones de euros), un 18,4% superiores a las de 2020, frente a las del resto de mercados, que alcanzaron los 127.787 millones de dólares (en euros, 112.576 millones), un 22,4% superiores a las del año anterior.

Todo esto es muy bello e instructivo, sobre todo si tenemos en cuenta que Amazon es una de las multinacionales más sancionadas del mundo. En diciembre, por ejemplo, Italia le impuso una multa de 1.128 millones de euros por monopolio logístico. Unos meses antes, en julio, la Unión Europea le impuso una sanción de 746 millones de euros por violar la protección de datos. Pero, ¿qué impacto tienen esas multas en Amazon? En las cuentas, ninguno, pero nos muestran la falta de ética de la compañía.

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La acusación más importante a Amazon, sin embargo, es la de clonar productos exitosos de los vendedores para luego venderlos directamente como propios a un precio más económico. Así destruye Jeff Bezos el comercio minorista que tanto presume de apoyar. En Europa continúa abierto un proceso legal tras la acusación de Bruselas en 2020, y en la India está abierta una investigación por este mismo motivo.

Tal vez sea el momento de que las autoridades de planteen otro tipo de sanciones, más duras. Por ejemplo, obligar a segregar los negocios de venta de productos y de servicios.

Y todo esto sin contar la explotación laboral que llevó a cabo en España durante 2021, como hemos ido contado en Hispanidad.

Por lo demás Amazon es otro monopolio global de la era digital. Y eso no es bueno.