La economía española crecerá un 6,3% este año, según el Banco de España, que ha aumentado una décima sus previsiones del pasado mes de junio. El PIB también crecerá una décima en 2022, hasta el 5,9%, y dos décimas en 2023, hasta el 2%. Así, según el organismo que preside Pablo Hernández de Cos, la economía española no recuperará los niveles pre-crisis hasta la segunda mitad de 2022, lo que contrasta con la euforia de Nadia Calviño, que este martes ha situado ese umbral a finales de este año 2021. No será así, entre otras razones, por el retraso de los fondos europeos y la escasez de algunas materias primas, que están frenando, por ejemplo, la actividad de las fábricas de automóviles.

Por su parte, la tasa de paro no será inferior a la de 2019 (14,1%) hasta el cierre de 2023, cuando alcance el 13,3%, después de terminar 2022 en el 14,3%.

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El Banco de España también ha mejorado las previsiones de la deuda de las administraciones públicas que cerrará 2021 en el 117,9%, frente al 120,1% previsto en junio y se reducirá hasta el 114,3% en 2022 (frente al 117,9% anterior), nivel que mantendrá en 2023 (frente al 118% anterior).

Este es, precisamente, el gran engaño de la recuperación: está basada en las ayudas públicas, esto es, en subvenciones, y no en la creación de riqueza y en la reindustrialización. Además, asegurar que la economía va bien cuando la previsión es que la deuda de las AAPP continúe disparada durante los próximos años es, cuanto menos, una temeridad. No se puede hablar de crecimiento económico con el lastre de una deuda pública desbocada.