La noticia es que Ángela de Miguel se impuso por 30 votos a Gerardo Cuerva y se convirtió este martes en la nueva presidenta de Cepyme. Como saben, De Miguel era la candidata de Antonio Garamendi,presidente de la CEOE, que no quería la renovación del hasta ahora líder de la patronal de las pymes, Gerardo Cuerva.

Ángela

 

Tras las elecciones toca reconstruir, porque la división es patente: 246 votos frente a 216. Además, De Miguel no dejó ningún hueco libre en su lista para integrar, en caso de ganar, como así ha sucedido, a algún miembro de la otra candidatura.

El caso es que estamos ante el nacimiento de la CEOE centrífuga, en la que mandan Antonio Garamendi y Josep Sánchez Llibre, líder de Foment del Treball, reconvertido ahora en un nacionalista catalán que exige una Agencia Tributaria catalana.

Cuerva no era del gusto de Garamendi, pero tampoco de Moncloa, por sus críticas al Gobierno. Ahora, lo más probable es que De Miguel siga las directrices de Garamendi, que continúa marcado por la firma de la nefasta reforma laboral de Yolanda Díaz, que no es otra cosa que una trampa estadística y la tumba de los emprendedores. Nunca se debió firmar.

Además, Garamendi, que últimamente ha intentado mostrar una cara más combativa contra el Gobierno, nunca ha planteado una batalla seria contra las elevadísimas cuotas sociales, que ahogan el emprendimiento y la creación de empleo.

Y el hueco que quedaba de libertad empresarial, los autónomos, también se lo han cargado, en este caso con la inestimable colaboración de Lorenzo Amor, otrora azote del Gobierno Sánchez, que firmó el nuevo sistema de cotización, impulsado por el actual gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá.