No se recordaba un mes tan negro en la sede de Microsoft. A las pocas horas de publicar los resultados del primer semestre fiscal, unos resultados malos que muestran una ralentización de sus principales negocios, incluido el más rentable, el de Azure (la nube), la compañía sufrió una caída masiva de sus servicios, principalmente Outlook y Teams.

Vamos con lo primero: el beneficio de julio a diciembre fue de 33.981 millones de dólares, un 13,5% inferior al del mismo periodo del ejercicio anterior. Los ingresos, por su parte, aumentaron un 6% en su último semestre -no sigue el calendario natural-, el menor crecimiento de los últimos seis años, tras un desplome del 39% del negocio de Windows y la venta de PCs.

A las pocas horas de publicar estos resultados, como hemos dicho antes, los servicios en la nube de la compañía sufrían una caída masiva en todo el mundo, afectando de manera especial a los usuarios de Outlook y Teams, la plataforma de videoconferencias.

Y todo esto sucede pocos días después de anunciar la salida de 10.000 empleados, el 5% de la plantilla. 2023 no ha comenzado muy bien que digamos para Microsoft.