Mercadona ganó 718 millones de euros en 2022, un 5,6% más que en 2021, tras aumentar la facturación un 11,6% en superficie constante, hasta los 31.041 millones de euros. Pero no se lleven a engaño porque, como bien ha explicado Juan Roig durante la presentación de resultados a la prensa, el motivo de este aumento fue la inflación. Las ventas en kililitros (ventas reales) sólo aumentaron un 1% durante el año.

Precisamente, esa sinceridad del presidente de Mercadona es de agradecer. Roig admitió, además, que el alza de la inflación provocó una tensión nunca antes vivida con los proveedores, algunos de los cuales han dejado de trabajar para Mercadona. Al final, la compañía asumió parte del aumento de los costes y subió los precios de los productos un 10% frente a un alza de los costes del 12%.

En este punto, Roig se defendió de los que afirman que los supermercados ponen los precios que quieren. “No es verdad”, señaló. “Si te pasas, el cliente se marcha a la competencia”, argumentó. Además, reivindicó la necesidad de Mercadona, y de cualquier empresa, de ganar dinero. “Si no los hubiéramos subido, habría sido un desastre”, afirmó.

¿Topar los precios, como en Francia? Roig fue muy rotundo: “No es posible. Es una ilusión que nos hacemos, pero se compensaría subiendo otros productos”, señaló. Para Roig, los precios deben regirse por la oferta y la demanda y la única opción para bajarlos ‘artificialmente’ sería disminuyendo la calidad o la cantidad, algo que Mercadona no contempla hacer.

No quiso entrar a valorar los insultos de Ione Belarra, que le calificó de “usurero”, entre otras lindezas. Roig se limitó a defender el papel de los empresarios: “favorezcamos al empresario al máximo, pero sin subvenciones”, matizó. Y eso es importante recalcarlo porque en España existen empresarios que emprenden negocios según las subvenciones públicas disponibles. Y no digamos ya los políticos, especialmente el Gobierno, que basan su política económica en subvenciones públicas… que sufragan los contribuyentes con sus impuestos. “Los empresarios, los directivos y los trabajadores somos los que generamos riqueza en el país”, sentenció.

Inmediatamente, Podemos (Echenique, Belarra, etc.) han vuelto a cargar contra la empresa española:

Belarra Mercadona

Respecto a las cuotas, Roig tampoco cree que sea positivo incrementarlas para pagar las pensiones porque, al final, subir los impuestos repercute en el precio de los productos. Y puso el ejemplo del impuesto de bienestar animal, un céntimo de euro por huevo vendido. “Son decisiones políticas”, señaló. “Lo único que les pido es que gestionen bien los impuestos”, añadió.

No quiso entrar a valorar la decisión de Ferrovial de mudarse a Países Bajos. “Me gustaría que todas las empresas del mundo, incluida Google, estuvieran en España”, afirmó. Tranquilos, Mercadona seguirá en Valencia.

Sobre el negocio, varias tareas pendientes, después de lograr hacer rentable la venta online, que supone el 2% de la facturación total. Con cada pedido, Mercadona gana entre 2 y 3 euros. No sucede lo mismo con la sección Listo para Comer, todavía deficitaria.“Tenemos que tener más masa crítica y más proveedores”, admitió Roig, que espera hacerla rentable en 2024. Lo mismo sucede en Portugal -“nos ha costado muchísimo”-, donde confía no perder dinero en 2023 y comenzar a ganar el año próximo.

Un penúltimo apunte: Roig es de los pocos empresarios que admite cometer errores y además lo cuenta. Fue durante la búsqueda de proveedores especializados cuando se lanzó a buscar, además, proveedores alternativos a productos que ya tenía, lo que desembocó en pérdida de confianza por parte de esos proveedores hacia Mercadona. "Pedí perdón a cada uno públicamente", señaló.

Y para terminar, los impuestos: Mercadona pagó 240 millones de euros en impuesto de Sociedades (+22%), un tipo efectivo del 22,6%, en 2022, además de 831 millones a la Seguridad Social (+7%). Roig, por su parte, cobró 11 millones como presidente y CEO, además de 88 millones en dividendos, y pagó un IRPF del 54%, "que yo soy de este pueblo", señaló. Y además de todo esto, tanto él como su esposa, Hortensia Herrero, destinaron 80 millones de euros de su patrimonio personal para el llamado Proyecto Legado, que iniciaron en 2012 y que en 2023 contará con un presupuesto de 100 millones.