Las aguas siguen revueltas en INDRA. Al afán de Marc Murtra por convertirse en presidente ejecutivo -ha creado la Comisión de Estrategia, que preside él- tenemos que unir ahora los intentos de Ignacio Mataix -que continúa en la cuerda floja- por ganarse el favor del Gobierno y, por supuesto, el de Murtra.

Así, Mataix, que aterrizó en la compañía de la mano de su amigo Fernando Abril-Martorell, en un giro inesperado, está intentando que INDRA entre en la operación de compra de ITP por Bain Capital. Tanto el fondo como el Gobierno, y por supuesto Murtra, están muy interesados en que así sea. Se da la circunstancia, sin embargo, de que el Consejo de Administración de INDRA, cuando lo encabezaba Abril-Martorell, decidió no pujar por la compañía vasca debido al elevado precio -1.700 millones de euros- que exigían los británicos.

El cabreo de Alberto Terol, vicepresidente y consejero coordinador, y muro de contención que impidió el nombramiento de Murtra como presidente ejecutivo, es indescriptible. Considera que Mataix ha traicionado al Consejo para salvar su puesto, que ahora, por cierto, está más que nunca en el aire.

Los norteamericanos de Bain Capital están muy interesados en que INDRA entre en ITP, como cuota española, tal y como pretende el Gobierno Sánchez por indicación del PNV. Y estamos en vísperas de la negociación de los Presupuestos Generales del Estado, que necesitan, entre otros, los votos de los nacionalistas vascos para salir adelante.