El negocio del fútbol, y en concreto los derechos de retransmisión se asoman al abismo, es decir, están al borde de la quiebra. El actual contrato de la liga de fútbol española que vence para la temporada 22-23 no tiene dueño. El actual propietario de los derechos, Telefónica, ya ha advertido a Javier Tebas (Liga de Fútbol Profesional) que no va a renovar para un nuevo periodo que Tebas pretende, encima, por cinco años. El actual coste anual, ronda  los 1.070 millones de euros por tempora. Eso no hay quien lo rentabilice. 

La Liga miente. Amazon aspira a quedarse con algunos partidos: nunca con todos

Así que, Tebas juega de farol: para tentar a Telefónica asegura que negocia la venta de derechos, en los mismos precios actuales, a Amazon. La verdad, que no se lo cree ni él. Como mucho puede conseguir el troceo: Amazon podría comprarle algunas jornadas de fútbol o determinados equipos, pero no toda la liga. Es lo que han hecho los ingleses y, a pesar de ser la mejor liga del mundo, les está costando casar las distintas opciones. Y en Francia es cierto que Amazon ha aprovechado la oportunidad de que se les había caído un patrocinador y ha comprado los derechos muy baratos. Ahora bien, el otro patrocinador, Canal +, ya ha puesto el grito en el cielo: ¿por qué él está pagando más que Amazon? 

Por tanto, Tebas está condenado a trocear la liga de fútbol y, además, reducir los precios. 

Y ese no es el único problema. Recuerden el cabreo que se cogió la liga cuando Florentino Pérez se sacó de la manga la Superliga europea. El caso es que ¡Oh, capitán, mi capitán! tenía razón cuando aseguraba que la Superliga era la única posibilidad de superar la quiebra real que viven los grandes clubes de fútbol... y los pequeños, más. 

Ahora bien, la Superliga significaría, sencillamente, el final del entramado Tebas a través de los derechos de retransmisión de la liga.

Florentino Pérez insiste que los grandes clubes están quebrados. Conste que él metió la zorra en el gallinero al ofrecer salarios galácticos. 

En resumen, a Tebas se le acaba el negocio y Telefónica ya ha dicho que le interesa el fútbol pero no a ese precio.