En pleno proceso de adelgazamiento infinito, Sacyr ha celebrado su Junta General de Accionistas, en la que el presidente, Manuel Manrique, ha llamado la atención al Gobierno para que siga invirtiendo en infraestructuras, al tiempo que ha considerado necesario el "pago por uso" o métodos similares en las autovías actuales y futuras para asegurar la financiación del mantenimiento de la red viaria. Uniéndose a lo reclamado por Abertis. 

"Hago un llamamiento general a los Gobiernos, central y autonómicos, para seguir invirtiendo en infraestructuras, su conservación y mantenimiento, porque es de vital importancia para el interés público", ha subrayado Manrique en su discurso. 

Ante un mayor gasto público recurrente en pensiones, sanidad y servicios sociales, Manrique ha defendido que "es necesario que las Administraciones opten por la colaboración público-privada, las concesiones, para impulsar dichas inversiones y permitir creación de empleo de calidad, así como el crecimiento de la economía".

Por ello, a juicio del presidente de Sacyr, España tiene que garantizar a los ciudadanos un uso de infraestructuras en condiciones "razonables" de seguridad y confort, por lo que es imprescindible promover concesiones de nuevas infraestructuras de transporte, así como de operación y mantenimiento de las existentes, apostando por el 'pago por uso' o métodos similares en las autovías actuales y futuras para asegurar la financiación del mantenimiento de la red viaria.

Ha instado al Gobierno a seguir el ejemplo de otros países europeos como Alemania, Italia y Reino Unido, "que ya están poniendo en marcha grandes planes de nuevas infraestructuras públicas, la mayoría de ellas con fórmulas de colaboración público-privada".

Y es que el no pagar en una carretera a priori puede parecer una gran noticia, pero cuando esa carretera pasa a estar hecha un asco y no se mantiene y se descuida, vienen los problemas. Pero es que el del modelo vial español es un debate que lleva sobre la mesa más de 10 años, pero que ningún Gobierno se ha atrevido a afrontar por lo impopular de las medidas. 

Volviendo a la Junta y a la situación de Sacyr, la compañía contrató a finales de julio al banco Santander y Deutsche Bank como asesores para buscar un socio minoritario en Voreantis, la sociedad que agrupará la mayor parte de sus activos concesionales, y según ha confirmado Manrique, se sigue trabajando en esta idea para que Voreantis sea la compañía de gestión de activos maduros de bajo riesgo y a largo plazo en la que darán entrada a un socio financiero y minoritario. La compañía pretende que, entre finales de 2025 y principios de 2026, puedan salir al mercado con esta operación. 

Manrique ha actualizado la valoración de la cartera de Sacyr, pasando de 3.551 millones de euros a superar los 4.000 millones de euros, junto con las nuevas adjudicaciones, y apuestan por el compromiso adquirido el año pasado respecto a la política de remuneración al accionista, que conllevará destinar 225 millones de euros de caja a este fin en el período 2024-2027. Remunerar al accionista está muy bien, pero cuando lo haces a base de vender activos, la cosa se complica, basicamente porque estás vendiendo el coche para pagar la gasolina, cosa que a la larga, no funciona. 

Pese a ello, Manrique insiste en obtener para los accionistas "la máxima creación de valor, en llegar a ser el gran SACYR". Efectivamente, Sacyr fue muy grande en su día... y gracias a la construcción, ahora se ha reconvertido en concesionaria, con algunas construcciones y concesiones, que cada vez son menos. A lo que hay que sumar que el futuro sigue siendo incierto, el futuro de la compañía está en manos de Carceller, el hombre de Damm.