La junta ordinaria de accionistas de OHL celebrada este martes ha sido, casi con total seguridad, una de las juntas con menos quórum de la historia de las cotizadas españolas: solo ha contado con la participación del 31,6% del capital, del cual el 99,4% está en manos del Consejo de Administración. En otras palabras, que el Consejo, principalmente los hermanos Amodio (26%) y Grupo Villar Mir (7%) se han quedado solos en la junta de este año.

Lógico: en el mes de marzo, la compañía celebró una junta extraordinaria en la que aprobó el nuevo plan de refinanciación y reestructuración de la deuda, que supuso borrón y cuenta nueva en la historia de la constructora. Esa fue la cita importante y la que marcó el nuevo reparto de la compañía: los Amodio pasaron a tener el 26% frente al 16% anterior, los bonistas se convirtieron en el segundo accionista, con el 20% del capital, muy por encima de Grupo Villar Mir, que pasó a tener el 7% frente al 14,6% anterior, y el fondo Tyrus, clave en la refinanciación de la deuda que llevó a cabo la familia Villa Mir en noviembre de 2018, y que actualmente posee el 3% del capital.

Efectivamente, el 31% es quórum suficiente para que la junta tenga validez, ya que el mínimo es el 25%. Por los pelos.

“La compañía se encuentra preparada para una nueva etapa”, ha afirmado el presidente de OHL, Luis Amodio. Por su parte, el consejero delegado, José Antonio Fernández Gallar, ha calificado el proyecto de “ilusionante”: aumentar la facturación este año en unos 100 millones de euros, hasta los 3.000 millones y la cartera de pedidos en unos 200 millones. Las previsiones pasan, además, por aumentar el Ebitda en unos 15 millones de euros para superar los 80 millones.

El mensaje no ha tenido demasiada repercusión en el mercado: a dos horas del cierre, los títulos de OHL subían un 0,9%. La constructora vale hoy 75 millones de euros en bolsa.