Mark Zuckerberg tomó la iniciativa del metaverso -el Grupo pasó a llamarse Meta- y se estrelló. Ahora tiene la necesidad de recuperar el tiempo perdido frente a sus competidores como Open AI, Microsoft, Google, Amazon y Apple, que le llevan una significativa ventaja en la mal llamada inteligencia artificial.
En este contexto se enmarca la compra del 49% de Scale AI, por 14.800 millones de dólares (unos 12.700 millones de euros), un desembolso elevado si tenemos en cuenta que hace sólo un año el 100% de Scale AI estaba valorado en 13.800 millones de dólares.
Sea como fuere, la compra de esta compañía supone un golpe en la mesa por parte de Meta porque implica el fichaje de Alexandr Wang, fundador de Scale AI y uno de los gurús de la IA generativa. Wang será el responsable del nuevo laboratorio de ‘superinteligencia’, de Meta, tras el fracaso de Llama 4, el último modelo de lenguaje de la compañía.
Todo esto se enmarca dentro del plan de Meta de invertir 65.000 millones de dólares en 2025, en inteligencia artificial generativa.
En el horizonte, la cuestión más importante: el control mundial de la IA por unas pocas empresas que, además y miren por dónde, son progres y sirven de instrumento al Nuevo Orden Mundial para instaurar el pensamiento único en el planeta.