La inflación subyacente permite medir los resultados de la política monetaria en un país, ya que se excluyen los elementos internacionales
Eurostat ha dado a conocer los datos preliminares —a falta de confirmación definitiva— sobre la inflación en Europa.
En concreto, la tasa de inflación interanual de la zona euro se ha mantenido estable en agosto en el 5,3%, es decir, la misma cifra que en julio.
Entre los veintisiete, las tasas anuales de inflación más bajas se dieron en Bélgica, con el 2,4%; y en España, con el 2,6%. Mientras que las subidas más intensas de los precios correspondieron a Eslovaquia (9,6%), por delante de Croacia (8,5%) y de Austria (7,6%).
Los alimentos frescos aumentaron su precio un 7,8% (frente a la subida del 9,2% de julio).
En cuanto a la inflación subyacente (la inflación que no tiene en cuenta los productos energéticos ni los alimentos frescos), esta se situó en agosto en la eurozona en el 6,2%, frente al 6,6% del mes anterior. Mientras que en España, la inflación subyacente adelantada ayer por el INE —a falta de confirmación dentro de unos días— alcanzó el 6,1%.