Sí, habrá escisión pero con dos ramas colgando de una misma empresa, presidida por Marc Murtra
Habla la SEPI, que no decide, la que decide es Moncloa. Pero la SEPI de María Jesús Montero ejecuta, con el permiso de la titular de Defensa, Margarita Robles, que ya ha recibido la orden monclovita para que Indra se mantenga como el instrumento español en la nueva defensa aérea europea. Trump fue quien exigió a Europa que aumentara su presupuesto de Defensa pero Biden ha mantenido esa exigencia. En esto estamos.
A ver, la decisión oficial, según la SEPI: Indra. Sí, habrá escisión pero con dos ramas colgando de una misma empresa, presidida por el presidente no ejecutivo Marc Murtra. La primera rama, el Minsait, donde Indra se quedaría con una participación minoritaria y donde entrarían los fondos de capital-riesgo, que tomarían el control. Esta rama ha sido valorada por los fondos en un arco que va de los 1.500 a los 1.700 millones de euros. Por otra parte, una división de Defensa donde el Gobierno sea mayoritario y cotizada en bolsa. El esquema corporativo, vaya por delante, resulta complejo pero así contemplan en la SEPI la única salida a la actual encrucijada.
Problema: Oughourlian no recuperará en Indra lo que ha perdido en PRISA, antes de que Vivendi se haga con el control del grupo periodístico. Y a los especuladores no les gusta perder dinero
Moviola: Minsait es valorada por los fondos con una horquilla entre los 1.500 y los 1.700 millones de euros... un dinero que se empleará para el dudoso negocio de comprar ITP y de participar en el futuro eurocaza, al margen de Airbus. Y, muy importante, con un presidente no ejecutivo de la nueva compañía Indra, de dos patas: el actual Marc Murtra. Se va a necesitar más de un abogado del Estado para cuadrar ese círculo.
Un problema añadido: la ligazón que el Sanchismo ha establecido entre PRISA e Indra. Joseph Oughourlian no recuperará en Indra lo que ha perdido en PRISA, antes de que Vivendi se haga con el control del grupo periodístico. Y a los especuladores no les gusta perder dinero. Con una escisión, que era la opción de Amber capital, es cierto que la división de Defensa puede adquirir un valor bursátil importante, dado que, en realidad, estamos hablando de una venta más o menos encubierta de activos a los fondos. Pero, ojo, no lo suficiente para que Amber, con su 5%, salvo que esté comprando a toda prisa ahora mismo, que sería lo suyo, pueda revalorizar su dinero en Indra y así cubrir sus pérdidas en PRISA (30%).
Lo que importan no son las peleas personales ni el nuevo Ceo: lo que importa es que España no quede fuera de la nueva industria de defensa europea... ni en el mar ni el aire, ni en Indra ni en Navantia. Y con este desastre de Gobierno, puede perder ambas
No olvidemos que el pacto de Joseph Oughourlian, ante todo un especulador, ahora metido a progresista radical por exigencias del guión, un fondo broncas donde los haya, con Pedro Sánchez, es que El País y la SER, con el revolucionario Miguel 'Cubanino' Barroso como comisario ideológico de PRISA, continúe vendiendo a Sánchez hasta las próximas elecciones generales, de noviembre o diciembre. Para entonces, los franceses de Vivendi tomarían el control de la editora española. La verdad es que nadie tiene claro quién controlará PRISA si Sánchez sale de La Moncloa pero, por de pronto, en 'palacio', los socialistas han permitido a los Bolloré la conversión de bonos en aciones. Un detalle que aporta poco pero deja claro cuál es el plan a seguir. Además, Vivendi es muy consciente de que cuando un político hace una promesa para "después de las elecciones", está mintiendo: sobre todo si no está claro quién va a ganar esas elecciones.
Lo que importan no son las peleas personales ni el nuevo Ceo: lo que importa es que España no quede fuera de la nueva industria de defensa europea... ni en el mar ni el aire. Y con este desastre de Gobierno, puede perder ambos trenes, el de Indra y el de Navantia.