El próximo 23-J marcará un antes y un después en Indra. La empresa que preside Marc Murtra y dirige José Vicente de los Mozos está pendiente de la gran decisión: escisión sí o escisión no. Hablamos de Minsait por un lado y de Defensa y Transporte por otro. De momento no hay ninguna decisión tomada, lógicamente, porque la cuestión depende del inquilino de La Moncloa, al tratarse de una compañía estratégica controlada al 28% por la SEPI.

En este contexto, y sin esperar el resultado de las urnas, el nuevo consejero delegado del Grupo, José Vicente de los Mozos, anunció el pasado día 3 -sólo tres días después de la Junta de Accionistas- una nueva estructura de la compañía, formada por cuatro divisiones, y un nuevo comité de dirección para liderarla.

El sentir es unánime: De los Mozos se precipitó, porque quien tiene que tomar la decisión más importante -escisión sí o escisión no- es el presidente del Gobierno. Dos son las opciones: escisión entre Minsait y Defensa, pero ambas ramas colgando de la misma empresa. La primera, Minsait, donde Indra se quedaría con una participación minoritaria tras la entrada de fondos de capital-riesgo, que tomarían el control. Como adelantó Hispanidad, esta rama ha sido valorada por los fondos en entre 1.500 y 1.700 millones de euros.

La segunda rama, Defensa, estaría controlada por el Gobierno y cotizaría en bolsa.

Otra opción que en su día estuvo encima de la mesa es la escisión total de Minsait, esto es, vender la división y desligarla completamente de Indra, que mantendría únicamente el negocio estratégico de Defensa. Esta opción es la preferida de la SEPI, al menos de la SEPI actual. De los Mozos, por el contrario, aboga por la no escisión o la escisión de la primera opción.

Por cierto, el directivo, nacido en Brasil pero vallisoletano de adopción, ya se ha vendido a Génova, impulsado por gran parte de los sondeos que otorgan mayoría absoluta al tándem PP-Vox: tranquilos, que soy de los vuestros.

Un último apunte acerca de la jornada electoral, con tintes de advertencia. Es cierto que resulta difícil creer que se pueden manipular los datos que maneje Indra, pero cuando todo está tan ajustado y el resultado final depende de unos pocos votos…

De Correos, ni hablamos.