Ignacio Araluce ha insistido en defender los siete reactores nucleares españoles y en el error que sería cerrarlos si se cumple y no se cambia el calendario de cierre acordado para entre 2027 y 2035... Aún cabe la esperanza de que esto se modifique en la revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) que se hará en unos meses y que es imposible de cumplir sin la nuclear, pues el CEO de Endesa, José Bogas, considera que “hay que prolongar la nuclear porque creo que no vamos a llegar a los objetivos de bombeo, almacenamiento, termosolar, hidrógeno...”, y Araluce ha subrayado que se vive “un maremoto nuclear” en todo el mundo con la apuesta por los pequeños reactores modulares (SMR) y los grandes, la mejora de la seguridad y una gestión de los residuos más eficaz.

En la presentación del ‘Balance energético 2022 y perspectivas 2023’ organizada por el Club Español de la Energía, el presidente de Foro Nuclear, asociación que agrupa a la industria nuclear española, ha comenzado su intervención refiriendo que “el tema nuclear es muy repetitivo, pediría que mirarais los números, cerrarais los ojos y meditarais”. Y es que “con una potencia instalada bajísima (cinco emplazamientos y siete unidades que suman 7.117 megavatios -MW-), producimos desde hace más de 10 años más del 20% de la energía eléctrica española y lo hacemos durante el 90% de las horas del año”. Es decir, que los reactores ofrecen “estabilidad al sistema y garantía de suministro” y además, “son imprescindibles en la lucha contra el cambio climático”, porque producen electricidad sin emitir CO2.

“La nuclear cumple y cumplirá dicho cierre (pactado entre el Gobierno y las propietarias de las centrales -Endesa, Iberdrola, Naturgy y EDP-), a no ser que alguien diga que no, que mejor os quedáis un poco más, porque es lo que está pasando por ahí, en EEUU, Europa y Asia”, subraya Araluce

Araluce ha subrayado que la nuclear española “ha evitado la emisión de más de 20 millones de toneladas de CO2 anuales, pero vamos a prescindir de ella. “Y la nuclear cumple y cumplirá dicho cierre (pactado entre el Gobierno y las propietarias de las centrales -Endesa, Iberdrola, Naturgy y EDP-), a no ser que alguien diga que no, que mejor os quedáis un poco más, porque es lo que está pasando por ahí, en EEUU, Europa y Asia”. Y es que la nuclear está viviendo un auténtico renacimiento en muchos países, con prórrogas de la vida útil de sus centrales, anuncios de construcción de nuevos reactores o la apuesta por los novedosos SMR. En todos los sitios menos en España, que insiste en querer repetir la fallida política verde de Alemania, pues la obsesión antinuclear de la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera, llega al extremo de manipular informes

No se entiende que Ribera siendo tan enemiga del CO2 quiera prescindir de una energía como la nuclear, que produce electricidad de forma estable y sin emitir CO2. Es más debería escuchar a muchos expertos que la señalan como el mejor complemento de las renovables, entre ellos, el propio Araluce, a quien le encanta que aumenten las energías renovables, pero advierte que nos falta una mayor penetración del almacenamiento; y también considera que sería mucho más barata si les bajaran sus elevados y redundantes impuestos y tasas. Entre el resto de expertos, destaca Alfredo García (más conocido en Twitter como Operador Nuclear, que es ayudante de jefe de turno en la central nuclear de Ascó, tiene licencia de operador de reactor y supervisor, y también es ingeniero de Telecomunicaciones, licenciado en Comunicación Audiovisual y divulgador científico), que considera que el cierre de las nucleares españolas “es un suicidio” y además elevará el precio de la luz, las emisiones y la dependencia, por lo que ha iniciado una campaña para salvarlas. Además, desde la Sociedad Nuclear Española (SNE) -que agrupa a los profesionales de la industria nuclear de nuestro país-, se ha subrayado que “hoy no se puede prescindir de la nuclear por seguridad de suministro y objetivos de descarbonización” a través del lanzamiento de un manifiesto hace unas semanas. 

Energía nuclear en España en 2022