General Motors ha caído un 8,91% en bolsa al no cumplir con las expectativas que tenían los mercados, a pesar de que ha vuelto a beneficios en el primer semestre. Claro que tanto la presidenta y CEO, Mary Barra, como el director financiero, Paul Jacobson, han señalado que la escasez de chips seguirá siendo un problema hasta 2022.

Al grupo automovilístico estadounidense le han pasado factura los costes extra de unos 1.098 millones de euros en las llamadas a revisión de varios vehículos (entre ellos, unos 676 millones por el eléctrico Chevrolet Bolt EV, que ha tenido ya dos programas de reparación por el peligro de incendio de sus baterías). Barra y Jacobson han restado importancia a estos problemas y han referido que esto no afecta a la plataforma Ultium, sobre la que se están diseñando y producción decenas de nuevos vehículos eléctricos que comercializarán en los próximos años.

El grupo automovilístico, que también ha apostado por el lenguaje inclusivo y un poco idiota, al optar por la palabra 'chair' para la figura de la presidencia, ha mejorado sus previsiones anuales: ahora espera unos ingresos de entre 6.500 y 7.770 millones

Pese a estos costes extra, General Motors ha logrado volver a beneficios, al ganar unos 4.947 millones hasta junio, frente a las pérdidas de 392 millones de hace un año. Todo ello gracias a la fortaleza de los precios y la demanda, así como a los resultados récord de GM Financial y una mejora en la producción a corto plazo.

Por su parte, los ingresos han ascendido a 50.403 millones, lo que supone un aumento del 20,85% respecto a los del primer semestre de 2020. Y las ventas se han situado en 3,5 millones de unidades, un 19,8% superiores. De esta forma, el grupo automovilístico estadounidense, que también ha apostado por el lenguaje inclusivo y un poco idiota, al optar por la palabra chair para la figura de la presidencia, ha mejorado sus previsiones para el conjunto del año y ahora espera unos ingresos de entre 6.500 y 7.770 millones.