"Los empresarios somos la solución, no el problema". Y más: "no se puede arremeter contra (Ana Botín, presidente del Santanderquien es una de las 10 mujeres más influyentes del mundo y contra uno de los empresarios más respetados en Europa en el sector de la energía (Ignacio Galán presidente de Iberdrola)". 

Eso sí, Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, ha adoptado la pose dura con el Ejecutivo, a dos meses de su reelección como presidente de la CEOE y cuando aún no queda claro si será el único candidato. Precisamente, de lo que se le acusa en su propia casa es de ser tremendamente blando con Sánchez y con Yolanda Díaz, con quien llegó a firmar una reforma laboral de triste memoria. 

Sí, los empresarios no son el problema, son la solución, pero esos empresarios esperaban mucho más de quienes les representan.

En cualquier caso, la chulería de Sánchez precisamente con los dos empresarios del Ibex que mejor relación mantenían con la Moncloa, Ana Botín e Ignacio Galán, ha provocado que estos rompan amarras con el PSOE. ¿Eso es bueno o malo para el partido gobernante? Según fuentes del propio partido es bueno para movilizar al electorado de izquierdas. Según fuentes del equipo económico del Gobierno fue un error de Sánchez. Al electorado español no le gustan los malos modos... ni tan siquiera con Botín. 

Volviendo a Garamendi: las cuatro empresas más influyentes en la reelección en CEOE, apoyan a Garamendi. Dos de ellas son la insultadas por Sánchez. A saber: Santander, Iberdrola, Mercadona y Telefónica