La fortuna de la familia Masaveu ronda los 2.000 millones de euros, según la revista Forbes, lo que les convierte en los más acaudalados de Asturias y una de las familias más ricas de España. A pesar de ello, son muy escasas sus apariciones en prensa o televisión. Su discreción es absoluta y solo se rompe en ocasiones muy concretas y, principalmente, por motivos profesionales. Por ejemplo, por sus participaciones empresariales.

Desde 2005, año en el que falleció Elías Masaveu Alonso del Campo, dirige los designios del grupo su hijo mayor, Fernando Masaveu Herrero, que pronto chocaría con sus hermanos José, Luis, Carolina y María. Un año después, en 2006, Fernando asumió todo el poder tras el fallecimiento de su tía Cristina Masaveu Peterson, que había creado una fundación para garantizar el futuro del holding y decidió poner a Fernando al frente de la misma.

Las participaciones empresariales de los Masaveu son muchas y variadas, aunque las que nos interesan ahora son las que ostentan en Bankinter (5,3%) y en Liberbank (5,7%), dos entidades que podrían fusionarse, según El Economista. Sin duda, juega un papel fundamental el hecho de que la familia asturiana esté presente, no sólo en el accionariado, sino en el Consejo de Administración de ambas entidades.

Bankinter anunció el miércoles la salida a bolsa de Línea Directa, que en los nueve primeros meses del año aportó el 17% del margen bruto del grupo. En otras palabras, la entidad de Jaime Botín podría buscar un sustituto que compense la aportación de la aseguradora. Liberbank, por su parte, y tras la fallida fusión con Unicaja, vuelve a colgar el cartel de ‘se vende’, si es que lo descolgó en algún momento.

No es baladí, en cualquier caso, que los Masaveu y los Botín se entiendan a las mil maravillas, mejor incluso que entre ellos. El problema podría surgir con el reparto de poder en la entidad resultante. Fue lo que rompió la fusión Liberbank-Unicaja: Manuel Menéndez exigía demasiado.