Carlos Torres: no es que le guste el Sabadell, pero teme al Santander y a la operación gran banco,
En el nuevo mapa bancario europeo, trazado desde Fráncfort, a España le corresponde sólo una entidad y no dos, como podría pensarse por el peso internacional de los dos bancos más internacionales, Santander y BBVA. Pero no, sólo puede haber un banco español y tiene que ser lo suficientemente grande como para ser sistémico en Europa. Caixabank-Bankia es sistémico, sí, pero sólo en España. Su hipotética caída afectaría a Europa, pero de rebote.
La fusión Santander-BBVA daría lugar a ese campeón europeo que persigue el BCE, que quiere el Gobierno y que gusta a Ana Botín, naturalmente. Pero dos no se juntan si uno no quiere, y toda la presión recae en estos momentos sobre Carlos Torres que, sin pretenderlo, se ha convertido en el eje de la próxima oleada de fusiones.
Como adelantó Hispanidad, tras la unión Caixabank-Bankia, Luis de Guindos y Nadia Calviño insisten en que la segunda fusión debe ser Santander-BBVA. Lo quiere Bruselas, lo quiere el BCE, lo quiere el Gobierno y lo quiere Botín, como hemos señalado anteriormente. El único que se resiste es Torres que, por cierto, ya tendría sobre la mesa las condiciones si acepta la fusión.
Todo gira en torno al presidente del BBVA que, de momento, no ha dado su brazo a torcer y busca alternativas. Por ejemplo, la fusión con Sabadell y alguno más como Unicaja. El ex de McKinsey no ha llegado hasta aquí para entregar el BBVA al Santander. El problema es que eso no es lo que pretende Moncloa, que ya ha elegido a sus banqueros de referencia que, por cierto, coinciden con los de Luis de Guindos: Ana Botín y José Ignacio Goirigolzarri. La primera, para liderar el gran banco europeo y el segundo, para pilotar la gran entidad española.
Torres no gusta al Gobierno y además tiene la losa amenazante del caso Villarejo que, en cualquier momento, le podría sacar del circuito, por mucho que asegure que él no tiene nada que ver con el asunto. Fue nombrado CEO en 2015 y el banco siguió pagando al excomisario hasta 2017.
Así está el panorama actual: el Gobierno presiona a Torres y éste aguanta. ¡Ah! y no se preocupen por posibles problemas de competencia, como sostiene la doctrina oficial. Recuerden la portada del viernes de un diario económico de tirada nacional: “La CNMC será flexible con la fusión de Bankia y Caixabank”.