Lo cierto es que la Bolsa española parece estar ajena al futuro de Evergrande, que el jueves, en contra de los rumores, no abonó los 84 millones de dólares de intereses por un bono de 2.000 millones. La cotización de la inmobiliaria, que el día anterior se había disparado un 17,6%, se desplomó un 11,6%. El Ibex, que ha comenzado con ligeras subidas, cae un 0,20% al medio día. Nada que llame la atención.

Mientras, el Gobierno comunista de Xi Jinping mantiene un calculado silencio y no da pistas acerca de un posible rescate, total o parcial, de la compañía. Hay muchos puestos de trabajo en juego y muchos pequeños ahorradores que ya han comenzado a manifestarse en algunas ciudades del país.

En Europa, Christine Lagarde, ha llamado este viernes a la calma. “En Europa y en la zona del euro, en particular, la exposición directa sería limitada”, ha afirmado la presidenta del BCE en una entrevista en la televisión estadounidense CNBC.

El futuro de este gigante chino no pinta bien, con una deuda superior a los 300.000 millones de dólares y el compromiso de devolver préstamos por 37.000 millones antes de julio de 2022. De momento, el jueves no pudo abonar 84 millones y el día 29 de este mes debería pagar otros 27,5 millones.