La biofábrica de Pontevedra es el principal ‘dolor’ de Ence desde hace meses
Ence se lanza a vender más renovables, un negocio que tiene en pérdidas, mientras intenta que no se cierre la planta de Pontevedra. La compañía líder de Europa en producción de celulosa y primera española en producir energía renovable con biomasa agrícola y forestal sube en bolsa tras poner a la venta cinco proyectos fotovoltaicos que suman 373 megavatios (MW), se ubican en zonas con los índices más altos de irradiación solar en España y tienen los permisos de conexión a la red y localizaciones aseguradas.
Recuerden que Ence tuvo unas pérdidas de 193,7 millones de euros hasta junio, pese a los 2 millones que ganó antes de conocerse la sentencia de la Audiencia Nacional que anulaba la prórroga hasta 2073 de la planta pontevedresa, por las provisiones de 196 millones que se han hecho para afrontar el cierre. El negocio de Energía elevó sus pérdidas a 6,8 millones en el primer semestre, frente a las de 2,9 millones de hace un año, mientras el negocio de Celulosa ganó 2,8 millones, sin el impacto de la sentencia (en la que la Audiencia Nacional estimó los recursos de Greenpeace y del Ayuntamiento de Pontevedra contra la decisión del Gobierno Rajoy, que amplió el permiso de la planta por 60 años).
Los analistas del Sabadell consideran que el precio supone unos 0,2 millones por megavatio y que podría no ser fácil de obtener, teniendo en cuenta el famoso decretazo que el Gobierno se ha abierto a modificar
La compañía, que tiene a Juan Luis Arregui como principal accionista (controla un 29,443% del capital, en concreto, un 0,203% de forma directa y un 29,240% a través de la sociedad Retos Operativos XXI) y presidente de honor, y a Ignacio de Colmenares como presidente y CEO, anunció que agotará todas las vías jurídicas: ha recurrido ante el Tribunal Supremo e incluso no descarta llegar al Tribunal Superior de Justicia de la UE. Sin embargo, no es optimista respecto al proceso y ahora quiere adscribir los terrenos de la papelera en Lourizán al puerto de Marín para intentar evitar su cierre, según informa Cinco Días. Así, cambiaría su condición jurídica y urbanística, y la prórroga pasaría a depender de la autoridad portuaria, pero también tendría que recibir el visto bueno de Transición Ecológica... algo que no sería tarea fácil, pues Teresa Ribera ha puesto limitaciones a la biomasa.
Volvamos a la venta de los cinco proyectos fotovoltaicos, que podría alcanzar los 75 millones, según Expansión. Los analistas del Banco Sabadell han considerado que dicho precio supone unos 0,2 millones por megavatio y que podría no ser fácil de obtener, sobre todo teniendo en cuenta el contexto actual de las medidas introducidas por el Gobierno recortando los ingresos de algunas tecnologías (incluidas renovables), es decir, el famoso decretazo que se ha abierto a modificar. Además, estos analistas recuerdan que Ence posee un 51% de la sociedad tenedora de los activos renovables, pues vendió el 49% restante al fondo de inversión británico Ancala Partners el pasado noviembre.