A Ence le sienta bien el alto precio de la celulosa, como se refleja en sus resultados de los nueve primeros meses. No sólo deja las pérdidas de hace un año y logra beneficio neto, sino que eleva ingresos y mantiene un fuerte aumento del resultado bruto de explotación (Ebitda). Y el mercado lo aplaude: la cotización sube un 1,8% en las primeras horas de la sesión. 

La líder europea en producción de celulosa y primera española en producir energía renovable con biomasa agrícola y forestal ha tenido un beneficio neto de 67 millones de euros entre enero y septiembre, lejos de los números rojos de 193,1 millones de hace un año. En esta cifra ha contribuido notablemente el tercer trimestre, cuando ganó 22 millones, 20 millones más que hace un año, a pesar de la suspensión temporal de la actividad en la biofábrica de Pontevedra desde el pasado 20 de julio por el bajo caudal del río Lérez. Ahora la compañía estima que esta planta podría iniciar el proceso de arranque en la segunda semana de noviembre, tras una innovadora solución en pruebas que ha desarrollado para situaciones de sequía y minimizando el consumo de agua del río, y alcanzaría un ritmo de producción normal en la segunda semana de diciembre. Recuerden que esta biofábrica tiene pendiente el tema de la anulación de la prórroga de su concesión hasta 2073: el Tribunal Supremo debe resolver el primer recurso de casación presentado en contra de las sentencias de la Audiencia Nacional.

La subida del precio de la celulosa y la mejora del tipo de cambio impulsan el margen operativo, mitigando el efecto de la parada temporal de la biofábrica de Pontevedra y compensando la inflación en el coste de las materias primas

La cifra de negocios de Ence ha subido un 33,7%, a 787,1 millones, hasta septiembre. Por su parte, el Ebitda mantiene un buen ritmo, como ya se vio en el primer semestre, y ahora se ha disparado un 141,8%, pasando de 85,8 millones a 207,5 millones, gracias en gran parte a que la subida del precio de la celulosa y la mejora del tipo de cambio han impulsado el margen operativo, mitigando el efecto de la parada temporal de la biofábrica de Pontevedra y compensando la inflación en el coste de las materias primas. De estos 207,5 millones de Ebitda, 111 millones proceden del negocio de celulosa y 96 millones al de energía renovable.

La compañía que tiene como presidente y CEO a Ignacio de Colmenares también ha continuado mostrando una buena generación de caja: el flujo de caja libre generado en entre julio y septiembre fue de 116 millones, contribuyendo a que el acumulado en los nueve primeros meses ascendiera a 245 millones. Así ha cerrado el periodo con una posición de caja neta de 72 millones, frente a la deuda neta de 102 millones que tenía al cierre del año 2021.

Unos buenos números que han gustado al mercado -y por tanto a los inversores- y que también habrán alegrado a sus accionistas. Entre ellos, el principal accionista es su presidente de honor, Juan Luis Arregui, que controla un 29,443% del capital: un 0,203% de forma directa y un 29,240% a través de la sociedad Retos Operativos XXI. Además sus tres hijos (Javier, Óscar y Gorka) son consejeros dominicales de Ence.