Todo esto ha pasado en unas pocas horas. Comparecencia del gobernador del Banco de España (BdE) ante la Comisión de Economía del Congreso: bofetada a los Presupuestos de Sánchez, con amenaza añadida de que habrá una rebaja sustancial en la previsión de crecimiento de la economía española. Además, aunque los periodistas palmeros de La Moncloa se empeñen en asegurar que Cos ha aprobado la reforma Rajoy ‘pero’, ha dicho que propiciaba la temporalidad, lo cierto es que Cos ha aplaudido la reforma de Fátima Báñez y lo que ha dicho… es que se queda corta. Para el Banco de España, como para cualquiera con sentido común, la reforma laboral que crearía empleo es la que suprime la causalidad y entroniza el despido libre aunque pagado, es decir, el contrato único indefinido aunque con indemnización pactada de antemano.

En sincronía, Yolanda Díaz arremetía contra Nadia Calviño y contra los socialistas por permitir que una ‘kelly' gane tres euros por habitación (qué tendrá que ver lo uno con lo otro). La culpa la tiene la derecha y Nadia, que no permite modificar la reforma laboral del PP. Hasta en el sumiso Ferraz molesta la prepotencia de doña Yolanda, de doña Ione y doña Irene

Sánchez sale al quite en defensa, supongo, de doña Nadia y apostando porque todos, todas y todes, hagamos una reforma laboral democrática, por consenso dialogante y democrático asentimiento. Por eso, el Ibex aumenta su presión sobre el blandengue de Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, para que no vuelva a jugar el papel de tonto útil, de coartada de podemitas y sindicalistas, prestando la firma de la patronal, lo que no sólo es malo para los empresarios sino para el conjunto de los trabajadores.

Una mesa de seguimiento del pacto de gobierno PSOE-Podemos… sin Nadia Calviño y sin Yolanda Díaz: éxito seguro

Sánchez respondía a Cos asegurando dos tontunas: la premisa que el PIB no puede ser el único termómetro de la economía, Muy cierto: no es el único, sólo el mas importante. Y es que el nuevo mantra progre es el del hermanísimo del titular de Consumo, Alberto Garzón, es decir, el honorable economista Eduardo Garzón, para quien todos los problemas económicos tienen su solución en la fabricación continua de dinero por parte de los bancos centrales.  

Pues bien, para Sánchez, apoyándose en no sé qué extraños documentos de la OCDE, resulta que el bienestar no es consecuencia de una sana y responsable gestión económica sino la causa. Concretando: empiezan a repartir subvenciones y que todo el mundo viva feliz sin trabajar.

Conclusión: el Gobierno de España parece el ejército de Pancho Villa, por dos razones. La una, obvia: cada uno marcha por su lado. La otra, más abstrusa pero más evidente: su presidente se asemeja a Pancho Villa, muy activo en los hechos y muy parco en teorías, con unas tragaderas inconmensurables para mezclar la gimnasia con la magnesia. 

Y a tortas entre sí. Verbigracia, una mesa de seguimiento del pacto de gobierno PSOE-Podemos… sin Nadia Calviño y sin Yolanda Díaz: ¿comprenden? 

Ya ni en el sumiso Ferraz aguantan la prepotencia de Podemos

Lo cierto es que la economía española no marcha bien, marcha fatal, y encima sobrevive gracias a una deuda creciente que hipoteca a un par de generaciones.

Recuerden que Pancho Villa es útil para hacer la revolución violenta: para construir hacen falta otros materiales y otro carácter y la incoherencia, en economía, no construye nada.