A decir verdad, los resultados presentados este miércoles por Deutsche Telekommuestran un avance importante del negocio en todos los mercados, aunque de manera especial, como ha venido sucediendo desde hace ya unos años, el negocio de la filial estadounidense, T-Mobile US.

Así, la joya de la corona ingresó 75.046 millones de euros, un 3,6% más que el año anterior, frente a los 25.711 millones de Alemania (+2,1%). La factura total de la teleco aumentó un 3,4% y alcanzó los 115.769 millones de euros. Los ingresos por servicios crecieron un 3,9%, hasta los 96.537 millones.

El resultado de explotación antes de amortizaciones y tras arrendamientos (Ebitdaal) aumentó un 6,2%, hasta los 43.021 millones.

Al final, el beneficio neto del ejercicio fue de 11.200 millones de euros, un 37% menos que en 2023, cuando se apuntó un beneficio extraordinario por la venta del negocio de GD Towers. Sin ese extra, el beneficio de 2024 habría aumentado un 18,3%.

La teleco, antaño ‘amenaza’ de Telefónica -quiso oparla- aceleró su actividad comercial y captó 134.000 nuevos clientes de banda ancha y 311.000 de televisión, lo que no deja de sorprender.

Los resultados, aún siendo buenos, no han convencido al mercado y la cotización del grupo cae este miércoles más de un 2%. Eso sí, desde enero, las acciones de Deutsche Telekom se han revalorizado un 17% aproximadamente.