Ya lo están avisando distintas instituciones y organizaciones empresariales: el turismo se está ralentizando en general y el de residentes, en particular, está cayendo. Y esto es muy peligroso dado el peso del turismo en la economía española. En 2024 supuso alrededor del 15% del PIB y generó más de 3 millones de empleos.

El dato que nos ocupa ahora es la caída del 3,6% de los viajes de los residentes en España durante el tercer trimestre, esto es, durante julio, agosto y septiembre, según la encuesta Familitur, publicada este viernes por el INE. Es una caída significativa que no se compensa con el aumento del 1,9% del gasto, ya que se situó muy por debajo de la inflación, que esos meses estuvo entre el 2,7% de julio y agosto, y el 3% de septiembre.

No nos cansaremos de insistir: España no puede depender tanto del turismo. Hay que reindustrializar el país y hacerlo cuanto antes.

Por cierto, el descenso del turismo de residentes es un reflejo de la situación económica real de Juan Español, cuya renta per cápita está estancada o, si aumenta, lo hace en mucha menos proporción que los precios, que no paran de subir. En definitiva, el español medio es más pobre y no puede, ni siquiera, irse de vacaciones en verano.