En este contexto de crisis mundial del automóvil (de la que ahora ya hablan todos los medios, aunque Hispanidad lo lleva haciendo desde hace meses), cada poco se conocen nuevas muestras. Ahora vienen de la mano de BMW, que no sólo frena en resultados, sino también en bolsa, pues este miércoles su cotización cae más de un 7% al rebajar sus previsiones anuales debido a las menores ventas en China.

El fabricante automovilístico alemán con sede en Múnich ha registrado decepcionantes volúmenes de ventas en el gigante asiático durante el tercer trimestre, debido a la fuerte competencia de las marcas locales, el menor consumo y la crisis inmobiliaria del país. Sin embargo, todos estos aspectos no han afectado a las ventas de su compatriota Mercedes-Benz, que en su gama alta han subido un 13% en el gigante asiático. En todo el mundo, Mercedes-Benz ha vendido 525.300 coches y furgonetas entre julio y septiembre, un 4% menos, por el entorno del mercado chino y una buena gestión de las existencias para mitigar los aranceles de EEUU, aspectos que no han podido ser compensados con el buen desempeño de las ventas en Europa, América del Sur y los Estados del Golfo. 

Por su parte, BMW ha vendido 588.300 unidades en todo el mundo entre julio y septiembre, lo que supone un 8,8% más que hace un año y el primer incremento tras cinco trimestres consecutivos de caídas. Esto se debe al fuerte crecimiento de ventas en EEUU (+24%, a 104.200 unidades), que bajó al 15% el arancel a los coches europeos tras el acuerdo comercial con la Unión Europea desde el pasado 1 de agosto, aunque el fabricante automovilístico alemán que dirige Oliver Zipse espera que dicho arancel pueda reducirse aún más; y en Europa (+9%, a 239.000 unidades). Sin embargo, en China las ventas de BMW se han hundido casi un 30%, a 147.100 vehículos. Además, sus ventas mundiales de vehículos eléctricos también han sido decepcionantes, al situarse en 102.900 unidades (-0,6%).

Ante las menores ventas en el gigante asiático y la reducción de las comisiones de los bancos locales chinos que obligará a BMW a dar apoyo financiero para fortalecer la rentabilidad de sus concesionarios, ha decidido rebajar sus previsiones anuales semanas antes de publicar sus resultados completos del tercer trimestre, que se conocerán el próximo 5 de noviembre. Ahora estima que las ganancias antes de impuestos de 2025 serán menores a las de 2024 y que el margen operativo del negocio de automóviles se situará entre el 5% y el 6%, y no entre el 5-7%. Además, prevé que el flujo de caja libre de la división automotriz supere los 2.500 millones, quedándose lejos de los 5.000 millones que pronosticaba hasta ahora. Eso sí, mantiene la intención de destinar el 30-40% del beneficio neto a dividendos y su programa de recompra de acciones. Esto último gustará -y mucho- a sus principales accionistas: Stefan Quandt (26,8%) y su hermana Susanne Klatten (21,7%), miembros de la familia Quandt (recuerden que esta última también manda bastante en el fabricante de aerogeneradores alemán Nordex, aunque Acciona posea el 47,1% de su capital). 

Y por cierto, no hay que olvidar que BMW continúa sin fabricar en España, donde sólo vende y alquila coches. En los nueve primeros meses, ha matriculado 33.567 turismos, un 3,5% más, pero no figura entre las diez marcas más vendidas, donde hace meses entró la china MG, que acumula 35.264 unidades vendidas entre enero y septiembre.