Esta vez no son previsiones de ningún organismo sino de las propias empresas, que ven con pesimismo el inicio de 2023. “Las empresas españolas perciben una estabilización de su facturación en el cuarto trimestre de 2022, tras el descenso del tercero, y anticipan un comportamiento menos favorable para el primer trimestre de 2023”, según la encuesta a las empresas españolas sobre la evolución trimestral de su actividad, publicada este lunes por el Banco de España.

Caída de las ventas y ralentización del empleo que, de confirmarse, sería el primer retroceso desde comienzos de 2021. En cualquier caso, estamos hablando del Gobierno con mayor crecimiento de empleo público y que no contabiliza como desempleados a los fijos discontinuos en paro.

Sea como fuere, las empresas no terminan de experimentar el crecimiento robusto que pregona Nadia Calviño siempre que puede. Así, sólo en torno a la mitad de las empresas dicen haber recuperado ya el nivel de actividad previo a la pandemia. Y entre las que aún no lo han logrado, el 20% de ellas espera alcanzarlo en 2023. El 13% es aún más pesimista y no lo espera lograr hasta después de 2023. Otro 20% no se atreve a predecir cuánto recuperarán el nivel pre-covid por la elevada y persistente incertidumbre.