El lunes comenzó el juicio por la remuneración de Elon Musk en Tesla, una remuneración denunciada por un pequeño accionista de la compañía -posee 9 acciones- que alega que el consejo de administración que la aprobó no es independiente. Es más, según Richard Tornetta, la mayoría de los consejeros son amigos del empresario, extremo que el consejo ha negado reiteradamente, como pueden imaginar.

Lo mejor de la sesión del lunes, sin embargo, fueron las explicaciones de algunos consejeros justificando la remuneración de Musk, que en 2018, año en el que se aprobó la remuneración, controlaba el 22% del capital. Remuneración que llega hasta los 55.000 millones de dólares en acciones, eso sí, sujeto al cumplimiento determinados objetivos. En 2022 la remuneración se elevó hasta los 23.000 millones.

Escuchen: Musk era un “emprendedor serio” y “queríamos que estuviera al frente de Tesla a largo plazo”, declaró Ira Ehrenpreis, consejero de la multinacional. En otras palabras, el motivo era exclusivamente para retener a Musk y que no se marchara a la competencia, siendo él el fundador y dueño de la compañía.

El caso es que, al parecer, los principales inversores de Tesla, todos ellos fondos de inversión, aprobaron la remuneración. “Todo fuera para que Elon hiciera un montón de dinero”, afirmaron los representantes de Fidelity.

Si Musk pierde el juicio, el dinero -las acciones- volverá a Tesla.