Grifols no levanta cabeza. Comienza la sesión con caídas que han llegado a alcanzar el 16% hasta tal punto que roza ya los mínimos que tocó en marzo del año pasado cuando sus títulos costaban 8,41 euros.

La tregua que le otorgó el parqué el miércoles ya es historia y la cotización se encamina a firmar su tercer batacazo, cuatro sesiones después de que Gotham empezara la guerra contra la compañía.

Desde ese día, el 9 de enero, Grifols acumula un desplome del 30%. Y, atención a la capitalización: si cerraba 2023 en los 6.585 millones, ahora está en los 4.220. Es decir, 2.365 millones perdidos en apenas cuatro días.

La reunión con analistas e inversores no ha servido de nada, incluso, ha podido tener el efecto contrario. Si el presidente de Grifols, Thomas Glanzmann, junto al resto de pesos pesados de la compañía, pretendía frenar la sangría bursátil, no lo ha conseguido, y las explicaciones a los expertos sobre las acusaciones de Gotham acerca de presuntas irregularidades en las cuentas, no han servido de nada.

La CNMV ha dado 10 días a Grifols para que aclare su relación con Scranton, empresa vinculada a varios miembros de la familia fundadora de la farmacéutica

Especialmente porque una nueva andanada de Gotham desbarataba el argumentario de la cúpula directiva al hacer público, en X (antiguo Twitter),  un nuevo capítulo de este ‘culebrón financiero’. Entraba en escena la empresa holandesa Scranton Enterprises, vinculada a varios miembros de la familia fundadora (muy independentistas ellos, pero se llevaron su sede fiscal a Irlanda y Países Bajos a la primera de cambio).

"¿Saben los bancos y acreedores de Grifols que la compañía y Scranton consolidan completamente Haema y BPC Plasma en sus estados financieros?", se preguntaba Gotham justo antes de que comenzara la reunión.

Gotham habla en concreto de las cuentas de 2021 de Scranton en las que se refleja que esta sociedad, controlada por la familia Grifols, recibió tres millones de euros de Osborne Clarke (despacho de abogados y asesor de Grifols), un crédito que reembolsó dos semanas después.

 "¿Quién recibe créditos de sus asesores legales?”, volvía a cuestionarse, con sorna, Gotham para amenazar con que tiene “muchas preguntas sobre Grifols», que irá desgranando a medida que lo considere oportuno.

No está de más hacer aquí una observación. Gotham no es ninguna hermanita de la caridad, ni tampoco Robin Hood, así que, no es de esperar que los algo más de 20 millones que se habría embolsado en apenas unas horas el pasado martes 9 de enero, los vaya a repartir entre los más necesitados.

Y en esto estamos, cuando la CNMV entra en acción, reacciona y se pone sería: da 10 días a Grifols para aclarar su relación con Scraton. ¡A buenas horas Rodrigo Buenaventura!, recuerda que ni siquiera la Comisión, (y esto es de primero de carrera en mercados financieros) suspendió la cotización cuando se hizo público el informe de Gotham que provocó la sangría en la cotización de Grifols. No hacerlo supuso seguirle el juego a Gotham en detrimento de los accionistas de la compañía -pequeños y grandes-, a los que sí debe defender.

 Ese día, la perdida en la cotización de Grifols superó los 1.400 millones de euros.

La tregua que le otorgó el parqué el miércoles ya es historia y la cotización se encamina a firmar su tercer batacazo, cuatro sesiones después de que Gotham empezara la guerra contra Grifols

Explican los expertos que Rodrigo Buenaventura, y la CNMV claro, están en una situación difícil porque no puede sancionar hoy a Grifols por unas actuaciones realizadas hace cinco años y de las que la multinacional dio cuentas oportunamente.

Hablamos de la venta de dos filiales a la sociedad patrimonial de la familia Grifols, una venta cuestionada por Gotham.

Recordar que cinco años atrás, en 2019, el presidente de la CNMV era Sebastián Albella, y el que ocupaba el puesto de director de mercados era precisamente Rodrigo Buenaventura.

Fuentes del Ministerio de Economía consultadas por Hispanidad afirmaron que, en principio, Buenaventura no corre peligro como presidente de la CNMV, pero que habrá que esperar a ver cómo evoluciona el asunto.