RTVE, con la imparcialidad que la caracteriza, en una de sus piezas hablaba de los inmejorables frutos de la Reforma Laboral, una joven sonriente se congratulaba porque la habían contratado en un bar para trabajar: "Tengo un periodo de prueba de tres meses" aseguraba, parece un periodo largo para saber si un trabajador de hostelería trabaja adecuadamente, ¿no?

Ahora los datos confirman la sospecha, los despidos durante periodos de prueba se disparan desde la aprobación de la Reforma Laboral: se registra un aumento del 902% de los ceses de contrato por no superar el periodo de prueba. "Su contrato ha finalizado. No ha superado el periodo de prueba".

DESPIDOS

En general los depidos crecen: un 234,7% por causas objetivas, un 170% los disciplinarios, las bajas voluntarias un 258,7% y las involuntarias un 320,9%, pero la motivación de no superar el periodo de prueba se multiplica por 10 en estos meses, así se desprende de los últimos datos de la Seguridad Social que ha recopilado el sindicato USO.

Alegando esta causa, los empresarios pueden despedir a ese trabajador dentro del periodo de prueba estipulado en su contrato sin tener que alegar ninguna otra razón y sin indemnización por despido, aunque el empleado haya cumplido correctamente con su labor. 

Y es que la chulísima Reforma Laboral y el Gobierno venden su lucha contra la temporalidad, pero se olvidan de la estacionalidad propia de sectores como la agricultura, la construcción y el turismo. Por lo que las empresas ven en el periodo de prueba un salvavidas en el que contratar para el periodo que necesitan.

Todo esto es una mentira más del Gobierno: recordemos que más de la mitad del empleo indefinido creado, un 51%, es a tiempo parcial o fijos-discontinuos, aunque Yolandísima, Sánchez, Escrivá y compañía vendan que la Reforma Laboral ha acabado con la precariedad. En resumen, se trata de quitar burocracida y reducir el mapa laboral a un sólo contrato, indefinido, con indemnización pactada de antemano y de suprimir las cuotas sociales, que es lo que provoca la economía sumergida, y hace que los costes laborales suban y los salarios no.