José Manuel Campa durante su intervención en el desayuno, que también se podía seguir por internet
José Manuel Campa, ahora presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), fue secretario de Estado de Economía con Zapatero, lo que explica la afectuosísima presentación que de él hizo este lunes la vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño, en un desayuno organizado por Nueva Economía Fórum.
Campa habló del impuesto a la banca, y lejos de criticarlo, como ha hecho todo el sector, respaldó su “legitimidad”, porque fue aprobado por el parlamento. Además, según Campa, no tendrá impacto en la solvencia de las entidades, aunque sí implicará un coste adicional y tendrá un impacto “negativo”: “Es menos dinero que se queda en la industria y menos posibilidades de obtener solvencia”, señaló.
Para Calviño, sin embargo, no es así, porque los bancos, que están logrando beneficios extraordinarios -la prueba es el aumento de banqueros millonarios-, tienen “margen suficiente” para no repercutir el impuesto a los clientes. Otro argumento que justifica el gravamen: que haya aumentado el número de banqueros españoles que cobran más de un millón de euros. Intolerable.
¿Cobran mucho los banqueros españoles? Según Campa, que trabajó en el Santander como responsable global de asuntos regulatorios entre 2014 y 2019, lo importante no es si es mucho o poco, sino si está “de acuerdo con el perfil de riesgo de la entidad”. Si es mucho o poco lo deben decidir los accionistas, según él, pero lo cierto es que los accionistas no deciden nada, al menos los minoritarios. En las juntas de accionistas, la votación sobre las remuneraciones tiene únicamente carácter consultivo.
Pero cuidado, porque eso podría cambiar si cundiese el ejemplo de JP Morgan, cuyo Consejo de Administración ha tenido en cuenta el malestar de los accionistas y ha decidido retirar el bonus especal al presidente del banco, Jamie Dimon, que iba a suponer cobrar 50 millones de dólares extra durante varios años. Claro que en este caso estamos hablando de una remuneración de 34,5 millones -sin contar el bonus especial-, dividida entre el fijo (1,5 millones) y el variable (33 millones).
¿Riesgo de impagos? El próximo reto que tendrán que afrontar los bancos es el riesgo… ¡climático!
En cualquier caso, Campa justificó los resultados del informe publicado por la EBA la pasada semana -el número de banqueros españoles que cobran más de un millón de euros aumentó un 73% en 2022-. A saber: por un lado, porque el Brexit trajo a muchos banqueros del Reino Unido, con sueldos más elevados y, por otro, porque el informe compara con 2021, año en el que muchos banqueros renunciaron al bonus por el covid. ¿Se entera usted, señora Calviño? El aumento de banqueros millonarios no se debe a beneficios extraordinarios de las entidades.
Otro asunto, el de la regulación de las Fintech. “Misma actividad, misma regulación”, ha repetido en numerosas ocasiones Ana Botín (y otros banqueros españoles). Pues es un planteamiento erróneo, según Campa, aunque lo utilice su exjefa. La clave no es que la actividad sea la misma, sino que los riesgos sean los mismos. En definitiva, no parece que Europa vaya a endurecer la regulación a las Fintech, de momento.
Por último y no por eso menos importante, el riesgo climático, que va a ir cobrando mayor relevancia en los bancos. El que avisa no es traidor, y los próximos test de estrés, cuyos resultados se publicarán a finales de julio, incorporan ya el riesgo climático. El reto es enorme y la banca “tiene que avanzar más”, según Campa. “No es que estén haciendo poco, hacen mucho, pero es poco para el tamaño del problema”, afirmó. De locos.