Gonzalo Gortázar, el CEO, comienza el nuevo curso con la idea de asentarse en sus platos fuertes y Jaume Masana, director de la red, apuesta por convertir la domiciliación de nóminas en el punto fuerte
Conste que se trata de una variable difícil, cambiante, que se puede medir de distintas formas pero hay consenso en todo el sector bancario sobre el hecho de que la domiciliación de nóminas constituye una de las claves del negocio, también con tipos altos. Lo que más vincula a un cliente con su entidad es la domiciliación de la nómina, que acaba generando nuevos productos.
Pues bien, Caixabank anuncia que ya ha conseguido 6 millones de nóminas. Para que se hagan una idea eso supera a BBVA (segundo con cerca de 3 millones de nóminas) y Santander, con 2,5 millones. Y no, Caixabank no es en España más del doble que la suma de Santander y BBVA.
Ahora bien, los seis millones de nóminas es como para sentirse orgulloso pero no olvidemos que es un número redondo que ha costado retener, porque la tendencia, desde la fusión Caixabank-Bankia, era a la baja.
Jaume Masana, director de la red, apuesta por convertir la domiciliación de nóminas en el punto fuerte y mantener la rentabilidad del pasivo vía fondos o ceñida a la banca digital.
En conjunto, Gonzalo Gortázar, el CEO, comienza el nuevo curso con la idea de asentarse en sus platos fuertes: domiciliación de nóminas, seguros y fondos, así como en banca privada -donde Caixabank se ha convertido en toda una potencia- y mejorar su punto débil, que es el de empresas, un término muy vago que nos llevaría a entrar en banca corporativa y de inversión. Le tienen ganas pero no resulta tan sencillo.