Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) circula ‘a todo tren’, a la vista de sus resultados de 2023. Y es que ha elevado ingresos y beneficios, superando los objetivos previstos, y ha continuado descendiendo la deuda.

El fabricante de trenes vasco con sede en Beasáin (Guipúzcoa) ha vuelto a demostrar lo acertado que fue apostar por una elevada diversificación: fabrica trenes de múltiples tipos (cercanías, regionales, alta velocidad, metro, tranvía...) y autobuses con bajas emisiones de la marca Solaris, liderando el mercado europeo de autobuses urbanos cero emisiones. Los ingresos han aumentado un 21%, a 3.825 millones de euros, superando el objetivo anual de ventas, con 3.006 millones en el negocio ferroviario y 819 millones en autobuses. Todo ello, aunque la cifra de contratación se ha normalizado frente al nivel alto e inusual de 2022 (6.205 millones): ha descendido un 23%, a 4.775 millones, pero superando el objetivo previsto. Además, CAF sigue teniendo carga de trabajo para tiempo, porque la cartera total de pedidos asciende a 14.200 millones.

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Por su parte, el beneficio bruto de explotación (ebitda) ha ascendido a 285 millones, y el resultado neto de explotación (ebit) ha crecido un 29%, a 179 millones, pasando el margen ebit del 4,4% al 4,7%, lo que demuestra no sólo la mejora de la rentabilidad operativa, en línea con los objetivos previstos, sino también que prosigue la recuperación del impacto creciente de la alta inflación. Y a pesar de que los mayores gastos financieros han superado a los ingresos financieros, y de que ha habido un mayor impacto negativo de las diferencias de cambio, el beneficio neto se ha disparado un 71%, a 89 millones.

Respecto a la deuda financiera neta, hay también alegría porque ha continuado descendiendo, situándose en 256 millones, frente a los 278 millones. Esto supone una ratio de deuda finaciera neta sobre ebitda de 0,9 veces. 

Para este año, la cosa parece que pinta bien y CAF espera seguir con el crecimiento en actividad y resultados, así como mantener la estabildiad financiera que disfruta actualmente, y ha ratificado los objetivos fijados para 2026 en su presente plan estratégico. El fabricante de trenes vasco también ha informado de las remuneraciones de sus consejeros durante 2023 (que en total han ascendido a 2,684 millones), que han notado la mejora de resultados, destacando las de los consejeros ejecutivos: la del CEO, Javier Martínez Ojinaga, ha crecido un 19,12%, pasando de 727.000 euros a 866.000; y la de la consejera secretaria Marta Baztarrica ha aumentado un 21,89%, pasando de 434.000 euros a 529.000. Por su parte, la remuneración del presidente, Andrés Arizkorreta, ha ascendido a 215.000 euros (+7,5%); y la remuneración media de los empleados ha pasado de 44.000 a 47.000, creciendo un 6,82%. 

Sus principales accionistas -sus propios empleados (dueños del 24,973%) y Kutxabank (14,056%), a los que siguen varios inversores institucionales, tienen razones para estar contentos.