Decíamos que la burbuja verde y especulativa que hay en España sigue creciendo... y también los rumores de pinchazo, como en su día pasó con la inmobiliaria. Esta burbuja tiene una doble vertiente: una es la cantidad de compañías de renovables que cotizan con sonoras alzas y caídas, y otra la multitud de operaciones de ventas de empresas, proyectos, carteras e incluso partes. En este contexto también habría que algunas han tenido discrepancias con sus auditores (EiDF, Soltec y SolarProfit, por ejemplo), algo que EiDF parece estar dejando atrás con la reacción de los inversores a su nuevo plan de negocio: su cotización sube más de un 8%.

La empresa Energía, Innovación y Desarrollo Fotovoltaico (EiDF) se fundó en 2008 por Fernando Romero como una compañía dedicada principalmente al autoconsumo para pymes y grandes empresas. A su porfolio se añadió el negocio de generación a finales de 2019 para promover, instalar y explotar sus propios parques fotovoltaicos; y también el negocio comercialización, con el fin de suministrar dicha energía 100% renovable a través de su propia comercializadora (Prosol Energía), a la que después se añadieron las compras del 100% de ODF Energía y del 51% de Nagini. En el último año, EiDF ha tenido más protagonismo por el enfrentamiento con su auditor (PwC) y con la CNMV que por sus números... que PwC se negó a firmar y EiDF tuvo que contratar a Deloitte como auditor e incluso desmentir un informe de KPMG

Otras empresas dedicadas a instalar paneles solares para autoconsumo han tenido problemas con sus auditores: Soltec ha reformulado sus cuentas, tras ser obligada por EY; y SolarProfit ha tenido unas pérdidas de 37 millones en sus últimas cuentas que han sido auditadas por BDO con salvedades 

Al hilo de estos, cabe referir que no son buenos: a principios de mes, dio a conocer que en 2023 tuvo unas pérdidas de 31,958 millones de euros, casi ocho veces superiores a las del año anterior (-4 millones). También ha vuelto a chocar con PwC, que ha incluido salvedades en las cuentas. Eso sí, la compañía ha preferido destacar que “ha sido capaz de revertir el signo del fondo de maniobra”, que ha pasado de -20,93 millones a +9,634 millones, algo en lo que ha influido -y mucho- que los principales socios hayan aportado 28,3 millones a través de fondos convertibles. Con estas aportaciones, Romero ha reducido su peso en el capital, pasando del 77% al 50,24% a través de su holding Prosol Energía; y tras este se sitúan: la sociedad luxemburguesa Laurion Financial Enterprises (15,17%); Mas Investments Ark 2021, sociedad de Alejandro Alorda, con un 8,73%; y Memento Gestión, sociedad de Julio Sergio Palmero, con un 6,48%. Además, cabe recordar que a finales de 2023, EiDF reorganizó su Consejo de Administración: Romero pasó de CEO a presidente, Prosol y Laurion aconrdaron proponer a Joan Francesc Gelonch como CEO; y entre el resto de nombramientos, destacar Eduardo Romeu entró como independiente, tras salir de Audax Renovables en junio y ser la mano derecha de José Elías durante ocho años, y meses después, en marzo de este año, ha dejado de ser vicepresidente económico del Barça.

Este lunes, EiDF ha empezado con fuera en el parqué, pues su cotización sube más de un 8%, frente a un Ibex que presenta una ligera alza del 0,35%. Los inversores, por tanto, han aplaudido su plan de negocio 2024-2028, donde prevé casi cuadruplicar sus ingresos, hasta 803,9 millones, a pesar de que este año ingresará menos (133,4 millones en total) por el menor precio de la energía y el abaratamiento de los paneles solares. Además, estima disparar el resultado bruto ajustado (ebitda) a 233,9 millones en 2028 y que este año se sitúe en 12,9 millones, frente al de 1,1 millones de 2023; e incrementar la deuda por las inversiones en cientos de proyectos de autoconsumo y de generación.

Claro que EiDF no es la única compañía de renovables que ha tenido discrepancias con su auditor. Recientemente, se ha conocido que Soltec, empresa especializada en fabricación de palenes solares, ha reformulado sus cuentas, tras ser obligada por su auditor (en este caso, EY); y SolarProfit, compañía que se dedica a la instalación de placas solares, ha tenido unas pérdidas de 37 millones en sus últimas cuentas que han sido auditadas por BDO con salvedades. Estio último también refleja el colapso actual que vive el autoconsumo en España debido a que los precios eléctricos a la baja hacen que los consumidores no se entusiasmen por instalar paneles solares en sus casas, claro que a la baja demanda doméstica se suma también la baja demanda industrial, y también está el caos en las redes, que necesitan inversiones sí o sí.