Nvidia, el fabricante estadounidense de microprocesadores avanzados, es la compañía más valiosa del mundo. Supera los 4 billones de dólares de cotización debido, principalmente, a la fabricación de chips para la IA generativa.
En los nueve primeros meses de su año fiscal, ganó 77.107 millones de dólares (66.531 millones de euros), un 51,8% más que un año antes. Mientras que sus ingresos llegaron a los 147.811 millones de dólares (127.537 millones de euros), un 62% más.
Solo en el tercer trimestre fiscal, que comprende de agosto a octubre, ganó 31.910 millones de dólares (27.533 millones de euros), un 65,2% más. Mientras que los ingresos alcanzaron los 57.006 millones de dólares (49.187 millones de euros), un 62,5% más que un año antes y un 22% más que en el trimestre anterior.
"Las ventas de Blackwell se han disparado y las GPU para la nube están agotadas", afirmó Jensen Huang, fundador y consejero delegado de Nvidia. "La demanda de computación sigue acelerándose y multiplicándose tanto en entrenamiento como en inferencia, creciendo exponencialmente en ambos casos. Hemos entrado en el círculo virtuoso de la IA", añadió.
De cara al cuarto trimestre de su ejercicio fiscal, la empresa vaticina unos ingresos récord de unos 65.000 millones de dólares (56.084 millones de euros).
Estos buenos resultados se producen en el contexto de las previsiones de algunos analistas, que hablan de que podríamos encontrarnos a las puertas de una nueva burbuja de la IA, similar a la que generó internet y que en su día supuso la estrepitosa caída de las 'puntocom'.











